La uci del Cunqueiro logra salvar a pacientes con paradas cardíacas que eran incurables

La uci del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo ya está aplicando una técnica para tratar un grupo de paradas cardíacas que no tenían tratamiento posible y, por lo tanto, conducían a una muerte segura. Son las paradas que se producían en la calle y que no respondían a los primeros intentos de reanimación. Ahora se utiliza la técnica ECMO, una máquina a la que se desvía la sangre del paciente para que haga de corazón mientras este órgano se recupera.

La oxigenación por membrana extracorpórea (es la traducción de la siglas ECMO) permite sustituir al corazón o a los pulmones. Se ha aplicado con éxito en muchas enfermedades y se convirtió en una técnica de referencia para salvar a los pacientes con covid-19 durante la pandemia.

Ahora ha pasado a aplicarse también en paradas cardíacas que se producen en la calle y que son refractarias, es decir, «han pasado quince minutos en reanimación o han recibido tres choques eléctricos y no han salido adelante», explica el intensivista Ignacio Chico, que ha liderado esta técnica. En estos casos, «la probabilidad de recuperarse es del 1 %... por decir algo». Frente a esa cifra, el uso de la ECMO eleva la probabilidad hasta el 45 % en condiciones óptimas. O sea, 45 veces más.

Eso sí, tienen que darse unos condicionantes. El paciente debe ser una persona menor de 70 años, su parada debe haber sido presenciada por alguien y se debe haber comenzado una reanimación, aunque sea básica, en menos de cinco minutos. También tiene que tener un ritmo desfibrilable, es decir, que aunque no haya latido se detecte actividad eléctrica. Hay algunas contraindicaciones como las grandes obesidades. La uci del Cunqueiro llevaba años trabajando en la aplicación de esta técnica a las paradas extrahospitalarias.

Era una extensión natural del uso de la ECMO, que la uci comenzó en el 2017. En paradas cardíacas refractarias, se estaba usando en las que se producían dentro del hospital, aunque el año pasado ya la usó en algunas que se registraron fuera del hospital y que el 061 trasladó al Cunqueiro. Fueron cinco casos, de los que lograron salvar la vida a dos personas. Sin ECMO, habrían sido cinco muertes seguras.

Para normalizar esta terapia y regular su uso, el Servizo Galego de Saúde y la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia-061 acaban de firmar un protocolo común, que sistematiza todos los pasos que se dan para salvar una vida. Por ejemplo, se aplicará en aquellas paradas que se produzcan en un lugar que permita llegar al hospital en menos de 45 minutos desde que se produce la parada.

«En las paradas extrahospitalarias el problema es determinar cuándo se ha producido, por eso tienen que haber sido presenciadas», dice Ignacio Chico. Lo normal en un caso así es llamar al 061 y comenzar la reanimación mientras llega la ambulancia. «Cuando interviene el 061 sabemos que la reanimación cardiopulmonar va a ser perfecta», explica el intensivista. En el traslado en ambulancia, el paciente va siempre con un compresor mecánico. Si se activa el protocolo, en la uci van preparando el material y el equipo humano y el personal de la ambulancia ya lleva al paciente directamente al servicio de medicina intensiva.

Allí, al paciente se le insertan unas cánulas, que son unos finos tubos por los cuales circula sangre, entra en la máquina y puentea el corazón para volver al cuerpo. Es similar a la circulación extracorpórea que se emplea en las operaciones a corazón abierto, con la diferencia de que puede durar días. Los estudios dicen que la eficacia es alta si el proceso se activa en menos de 60 minutos, por eso el tiempo es tan importante.

El protocolo del Sergas y el 061 para esta terapia solo se aplicará en el área de Vigo

De momento, el protocolo ECMO-RCP en parada extrahospitalaria solo se va a aplicar en el área sanitaria de Vigo, pues es la única de Galicia que utiliza esta técnica en paradas cardíacas. Comenzó hace años con las que se producen dentro del hospital. En estos casos, la supervivencia es aun mayor. El entorno es casi óptimo, porque si alguien —un paciente, un acompañante, un profesional— sufre una parada dentro de un centro sanitario lo habitual es que alguien lo presencie y que en cuestión de minutos pueda tener a un profesional entrenado practicando la RCP. En estos caso, la ECMO también se reserva a las paradas que no responden a la reanimación; cuando sí hay respuesta, se emplean otros procedimientos.

El año pasado, dentro el Cunqueiro se produjeron cinco casos de este tipo y, gracias a que se les aplicó la técnica ECMO, acabaron sobreviviendo tres pacientes. Los enfermos suelen pasar en torno a una semana conectados a la máquina hasta que recuperan la circulación sanguínea normal. Ignacio Chico asegura que en general la recuperación de los pacientes que salen adelante es buena y relativamente rápida.

El inicio de la colaboración entre el Sergas y el 061 en Vigo para esta técnica puede constituir un programa piloto para la sanidad gallega. En función de los resultados de este programa se podría extender a otros hospitales de la comunidad. La ECMO se ha ido consolidando en las ucis, en parte gracias a la experiencia del covid, y cada vez hay más hospitales que la aplican. Por ejemplo, los otros dos centros grandes de Galicia, que son Santiago y A Coruña.