La huelga de bus hace mella en el rural de Vigo: «Sin coche, estás perdido»

Haciendo autostop en una parada de Valadares porque el autobús no pasa. Miriam ya da por perdida su sesión de rehabilitación en el centro de Vigo. Esta vecina de Zamáns caminó cuarenta minutos hasta llegar a una parada. El panel informativo de la marquesina señalaba que el siguiente autobús tardaría 65 minutos en pasar. Probó suerte en otra parada, pero el vehículo de Vitrasa aún tardaría 105 minutos en llegar. Y en otro lugar, pasó de largo. Por eso no le quedó más remedio que probar suerte haciendo dedo. «Pero no me cogen porque llevo un carro y a lo mejor se creen que tengo un bazoka dentro», bromea. Como ella, cientos de vecinos del rural de Vigo son los más perjudicados por la huelga del transporte público, quienes sufren en mayor medida unos servicios mínimos que les han dejado casi sin medio de transporte. Los autobuses pasan cada dos horas y los usuarios se quejan de que no saben cuándo llegarán.

«Te hacen esperar horas y horas y lo mismo en el centro para volver a casa. Si no tienes coche, estás perdido», afirma Almudena Figueiro, vecina de Valadares, que lleva media hora esperando en otra parada de Valadares. Quienes no tienen otra alternativa toman soluciones drásticas y caras. No tienen más remedio que coger un taxi para poder llegar a sus puntos de destino. «Sale por un ojo de la cara. Desde la calle Pizarro, de noche, cuesta 30 euros», afirma.

«Os servizos mínimos nos afectan á periferia, que somos os que máis dependemos do autobús», afirma Marta, otra vecina de Sárdoma. Teme que cuando se arregle por fin el conflicto no se acaben recuperando todos los servicios que tenían antes. «Cando remataron os paros o ano pasado había líneas que aproveitaron para eliminalas», afirma.

Las personas mayores se están viendo especialmente perjudicadas por la huelga de Vitrasa. «Es el único transporte que tenemos y estamos siempre desorientados sin servicio», afirmaba ayer Mercedes en el programa Voces de tu ciudad, de Radio Voz. Los usuarios demandan al Ayuntamiento de Vigo que busque una solución, como responsable del servicio.

Manifestación

La Federación de Asociaciones de Vecinos Eduardo Chao ha convocado para las siete de la tarde de hoy una nueva manifestación que partirá desde la plaza de España a las 19.00 horas. «Es importante que acuda la gente porque la situación es insostenible. Dejamos claro que apoyamos cien por cien al comité porque llevan ya tres meses sin cobrar y ahora mismo la empresa no quiere negociar nada. Hay algo muy raro. No entendemos cómo un alcalde puede tener así a la ciudad», afirmó ayer la presidenta de la Federación, María Perez.

La movilización cuenta con el apoyo de los sindicatos y también de los estudiantes universitarios. David Bouzada, portavoz de Erguer Estudiantes da Galiza, señala las dificultades que están teniendo los alumnos para llegar a las aulas e incluso para presentarse a los exámenes, al margen de no poder disfrutar del ocio por la falta de un adecuado transporte público.

La oposición urge al alcalde a que medie en el conflicto

El portavoz del grupo municipal del Partido Popular de Vigo, Miguel Martín, exige al alcalde que, tras la ruptura de las negociaciones entre la dirección y los sindicatos de Vitrasa, ejerza de mediador en un conflicto que ya se prolonga durante tres años sin que se atisbe una pronta resolución. Le piden que no se esconda y que ejerza sus competencias y recuerda que ya ha pasado un día desde que tenía que haber hecho público el expediente por el reequilibrio económico y financiero de la empresa tras las advertencias del Ministerio de Hacienda y de la Valedora do Pobo.

Por su parte, el portavoz del BNG, Xabier Pérez Igrexas, exige transparencia a Abel Caballero sobre el reequilibrio económico de Vitrasa y también le pide que actúe ya ante la ruptura de las negociaciones. El concejal nacionalista urge al alcalde a convocar a los sindicatos y a la dirección de la concesionaria para iniciar una verdadera negociación que desbloquee el conflicto. Los trece encuentros previos entre las partes no han servido para alcanzar un acuerdo sobre el convenio.