Castrelos se queda sin planes de emergencias para los conciertos a tres semanas de que empiecen

Quedan solo tres semanas para que comiencen los conciertos estivales de Castrelos y el Concello de Vigo se ha quedado, al menos de momento, sin plan de emergencias, sin plan de autoprotección y sin coordinador de seguridad para estos eventos. A estas alturas, el contrato para redactar estos documentos, que son obligatorios, tendría que estar ya adjudicado, pero ha quedado desierto. Los funcionarios que componen la mesa de contratación, presidida por la concejala Patricia Rodríguez Calviño, han considerado que ninguna de las ofertas cumplía los requisitos formales que se exigían.

Esto va a obligar al Ayuntamiento a acudir a la vía de urgencia para contratar la redacción de estos documentos y a que, después, se tengan que redactar en tiempo récord. Los planes de autoprotección son obligatorios para la celebración de espectáculos masivos, como son los conciertos. Según las mediciones de aforos que han hecho los técnicos del Concello, en Castrelos caben 5.000 personas en la platea y 15.000 en las gradas, aunque las cifras que difunde el gobierno local de asistencia a estos espectáculos con frecuencia son muy superiores (100.000 en el recital de Maná, 120.000 en el de David Guetta, por ejemplo, datos difundidos por Abel Caballero en ambos casos).

Estos planes contemplan los requisitos que debe cumplir el recinto donde se celebran los conciertos, los medios materiales y humanos que se necesitan (por ejemplo, el número de ambulancias, que está fijado por normativa según el número de asistentes) y cómo se debe actuar en caso de que ocurra algo.

Como los requisitos legales para este tipo de planes suelen ir cambiando, es necesario que cada año se redacte un plan nuevo o se actualice el anterior. Así lo reconoció el propio Concello al licitar este contrato, pues admitió s falta de medios en el servicio de Fiestas para redactar estos planes. Los anteriores son del año 2022, pero ese contrato ya no está en vigor. De modo que, aunque hubiera contratado la redacción de los planes, lo haría con el tiempo muy justo, pues el 13 de julio está previsto el primer concierto en Castrelos (Dani Fernández).

El redactor de los planes de emergencias y autoprotección no solo redacta estos documentos, sino que también tiene que ir a revisar Castrelos para certificar que cumple las condiciones mínimas y es el encargado de activar y dirigir el plan de emergencias. En otras palabras, esta empresa es la que coordina las actuaciones de seguridad mientras se celebra el concierto.

 Cámaras con infrarrojos

El contrato que quería adjudicar el Concello contemplaba, entre otras cosas, que se instalasen en Castrelos como mínimo tres cámaras de vídeo con capacidad para grabar en 360 grados, para hacer zum y equipación de infrarrojos para controlar con luz y sin luz qué estaba ocurriendo en el auditorio al aire libre, por si hubiese algún problema de seguridad —en teoría esas cámaras no pueden almacenar las imágenes que graban—.

El contrato estaba partido en dos: uno para los eventos de más de 3.000 personas (34.000 euros anuales) y otro para los inferiores (21.000 euros). Ambos lotes recibieron ofertas. La mesa de contratación excluyó la de los eventos pequeños porque la empresa presentó dos veces la mima oferta y legalmente solo puede presentar una. En cuanto a la de grandes eventos, los funcionarios entendieron que la empresa no acreditó su solvencia presentando la documentación que le pedían. Se trata de una empresa que ha hecho otros planes similares para el Concello, como por ejemplo el de la Navidad.

El Concello logra al fin un asesor que medie con las promotoras si surgen conflictos

La contratación de los planes de seguridad de Castrelos no es la única en la que el Concello ha tenido problemas de entre las que maneja el servicio de Fiestas, tocado desde hace un año por el caso Guns N’ Roses, cuando el Ayuntamiento dejó desierto el contrato de patrocinio del grupo norteamericano once días antes de que se celebrase, tras haber negociado con la empresa que lo organizó y haberle prometido 1,82 millones de euros y la cesión gratuita de Balaídos. Recientemente, el Ayuntamiento buscaba una empresa que lo asesorase en la gestión de los conciertos. Por primera vez, le pedía a esa asesoría que se ocupase de la mediación con los artistas o sus promotoras, para evitarse problemas con los artistas, como ocurrió con los Guns N’ Roses. Inicialmente, este contrato quedó desierto porque, de nuevo, las empresas no cumplían los requisitos formales exigido en el contrato. Finalmente, el Concello volvió a licitar el contrato y consiguió adjudicarlo a tiempo, a una de las empresas que antes no cumplía.