La Voz de Galicia

Dirty Suc: «Yo siento que soy el mejor»

Vigo

AINHOA Pérez VIGO / LA VOZ

El rapero vigués lanza su primer álbum y consigue más de un millón de reproducciones en menos dos semanas

30 Jun 2024. Actualizado a las 00:54 h.

Adrián González, más conocido como Dirty Suc, es un vigués de 28 años que empezó en la música cuando tenía 15. En el 2020 encontró su camino y no paró hasta conseguir que su sueño se convirtiera en su profesión. Cuatro años después, ha lanzado su primer álbum y con sus 22 canciones ha conseguido, en menos de dos semanas, más de un millón de escuchas en Spotify. Se ha recorrido España llevando a Vigo por bandera y la camiseta de Mostovoi como uniforme. Dice que el éxito no habría sido posible sin trabajo, disciplina y mucho esfuerzo. La gira del álbum Los Niños De La Batea comenzará en octubre, pero este verano se le podrá ver en diferentes lugares y fechas: el 5 de julio en el Rompetiño, el 6 de julio en Avia Fest, el 27 de julio en Miño Summer Fest, el 23 de agosto en el Riverland y el 24 de agosto en Extruga. 

—Para quien no te conozca, ¿quién es Dirty Suc? 

—Pues un chaval de Vigo que descubre el mundo de la música y de la cultura del hip-hop con 13 años y empieza a indagar. Con catorce o quince compongo mis primeras canciones y saco mi primer videoclip. Pero es en el 2020 cuando decido dedicarme a esto profesionalmente. En aquella época no era un negocio en el que nosotros sintiéramos que teníamos un respaldo económico. No estaba motivado por factores externos en mi día a día y me vi con otra serie de problemas y cosas pasándome alrededor. Decidí que no era un buen momento para darle prioridad. 

—Es en el 2020 cuando decides que va a ser tu profesión. ¿Por qué

—Entre dudas, al final decido que sí, que lo que más pesaba en mi vida y lo que quería hacer era dedicarme a la música. Sabía que ya contaba con una pequeña base de fans que estaban esperando y que querían escuchar cosas mías. Ahí me planteo un año a largo plazo y entre el 2019 y el 2020 empiezo a componer canciones, a calendarizar los lanzamientos, los vídeos y todas las promociones para cada canción.

—En alguna ocasión has comentado que empezaste escribiendo en una libreta de clase y ahora el álbum tiene más de un millón de reproducciones solo en Spotify. ¿Cómo ha sido pasar de lo primero a lo segundo? 

—Han pasado tantos años que me es difícil pensar en todo el camino. Al final no solo a nivel profesional, mi vida personal ha cambiado mucho también. Yo creo que es una consecuencia del trabajo. Sí siento que es algo que está bien y que es importante, y es una recompensa ver el impacto que puede llegar a tener un trabajo de tanto tiempo. El disco ahora mismo está rompiendo, como decimos nosotros, y estoy muy orgulloso de todo lo que hicimos. Para el chaval de 13 años que empezó a escribir en libretas, ahora hacer un millón en una semana es impactante, pero creo que también es una consecuencia. 

—Llevas 4 años sin parar de sacar música. ¿Por qué un álbum y por qué ahora? 

—Desde el 2020 he sacado en total seis trabajos, entre ep's y mixtapes, pero no me atrevía a llamarle álbum a ninguno. Sentía que debía tener la madurez suficiente para hacer un proyecto tan grande, de 22 canciones. Estuve años jugando con diferentes sonidos, intentando encontrar mi sonido y mi hueco. Empiezo a componer el álbum cuando tengo claro que es lo que quiero transmitir con el proyecto y a dónde quería llevarlo.

—Has comentado en alguna ocasión que tu inspiración son los códigos y las referencias del hip-hop o el rap más clásico, de los años noventa. Actualmente la oferta musical es muy grande y variada ¿Cómo consigues incorporar tus referencias en este disco y que la gente lo consuma de manera masiva? 

—No es buscado, me sale de manera natural. Me he empapado desde pequeño del hip-hop y creo que forma parte de mí a la hora de meterme en un estudio a producir y escribir. Sentía que en mi disco tenían que estar esos códigos de los orígenes de lo que yo soy como artista, que es el puro rap. Al final es un disco de rap y, aunque yo tengo temas de reggaetón, quería que mi disco fuera meramente de hip-hop. 

—Ahora mismo, el mundo de la música funciona muy rápido y el consumo es frenético, salen canciones nuevas casi todos los días, y en un momento de tu carrera consigues adaptarte a ese ritmo. ¿En qué ha cambiado tu proceso de trabajo haciendo este disco? 

—En la forma de producir. Con mis trabajos anteriores contaba con diferentes productores que mandaban el beat (base) y lo íbamos modificando y puliendo la obra poco a poco. El disco, en cambio, lo he hecho con Danni Ble, que es de Vigo pero está afincando en México, y ha sido un proceso mano a mano. La composición la hacía yo y luego grababa en Madrid. Fue un trabajo que hicimos con calma. Al final, las mixtapes son más una recopilación de canciones. Vamos sacándolas y lo que más guste, pues tiramos por ahí. 

 —Te has movido por escenarios muy diferentes en Vigo, la sala Mondo o Masterclub, y otros que no están en el centro como Cabral. ¿Cómo consigues llegar a públicos tan variados? 

—Lo que me ha sorprendido este año es que estamos llegando a diferentes generaciones. Cuando empecé le gustaba a mi generación. Este año me di cuenta de que hay mucha gente de todas las edades en la ciudad, y en Galicia, que me conocen. Eso es muy positivo para nosotros porque significa que las cosas se están haciendo bien. 

—¿Con cuál de todos los géneros musicales que has tocado estos años te quedas?

—Yo creo que con el rap y todo lo que engloba, que ahora se le puede llamar trap o música urbana. Ese es mi nicho. Pero seguiré haciendo reggaetón, temas de electrónica y variando y probando los sonidos. La música trata un poco de eso, no quedarse en lo que te funciona. Ahora me está yendo muy bien y podría quedarme en eso, pero como artista me estaría fallando porque lo que me gusta es probar, renovarme. Como siempre digo, lo nuevo es viejo. Cuando saco un disco de veintidós temas, para todo el mundo es una novedad, pero lo hice hace nueve meses y ya estoy en otra cosa. 

—Y has tocado siempre muchas temáticas: el amor, la hermandad con tus amigos, la escena musical, Galicia, Vigo... ¿Cuál escogerías? 

—Me quedaría con Galicia. Aunque sea más de nicho y no se pueda llevar tanto al resto del país. Me representa mucho hablar de nosotros y me llena cuando un gallego me dice: «Se me ponen los pelos de punta con tu música». Eso es por lo que yo lo hago, no tanto pensando en mí, sino pensando en la cultura de donde vengo. Me parece muy importante eso que dicen de ser profeta en tu tierra. Me gusta dar voz y peso a la cultura gallega y lo estamos consiguiendo.Yo he ido de gira por España y he visto gente cantando temas como Mostovoi y la cantan igual de motivados que si fueran gallegos o fueran del Celta. Estoy seguro que ahora me va a pasar con la canción de Son Galego, que me voy a ir de gira por toda España y me la van a pedir en todos lados. Estoy seguro.

—Da la sensación de que has contribuido a que ser gallego, y en especial de Vigo, sea algo guay y que está de moda. ¿Qué significa para ti darle en tu música ese espacio a nuestra comunidad y a nuestra tradiciones? 

—Se lo agradezco a todos aquellos que piensen eso, creo que es lo mejor y lo más bonito que te pueden decir. Yo hago las cosas por amor, me sale representarnos porque nosotros somos así, somos gente que todo el rato está tirando para aquí, apostando por la cultura de Galicia, de Vigo, y en general por llevar nuestro nombre por el resto del país. No tardaremos mucho en llevarlo también internacionalmente, estoy segurísimo. Que gente que viene a Galicia de vacaciones me mencione en redes cada vez que comen marisco son tonterías, pero para nosotros tienen un peso. Que te relacionen con Galicia para mí siempre es increíble. 

—¿Crees que puedes abrir camino a otros artistas de aquí que tengan la aspiración de llegar a un público fuera? 

—Ojalá. Sería otro sueño poder hacer un hueco, tirar una puerta y que puedan pasar muchos más chavales.Pero la gente tiene que saber que no solo es cuestión de suerte, ni de ser mejor o peor. Aquí, o no tienes una disciplina de trabajo fuerte y estricta o es imposible conseguir cosas en la música y que se mantengan. Me gustaría que si tuviese que ser un ejemplo para algún chaval que quisiera empezar en la música en Galicia, se fije más en mi manera de trabajar día a día en mi proyecto, en la disciplina que le he puesto y que le pongo, más que a lo que yo digo en mis canciones. Si me tengo que dar una palmada en el pecho con algo es con el trabajo porque no hemos parado en cuatro años. El primer año sabíamos que esto iba a ser difícil y fueron meses duros. Las cosas salieron, pero tuvimos que apostar por ello. Lo importante es no buscar el hit, sino tu camino, tu sonido y ponerle mucho esfuerzo y mucho trabajo. 

—Las nuevas generaciones parece que están viviendo una especie de exilio hacia grandes ciudades para buscar más oportunidades. Tú te has ido a Madrid. ¿En qué momento decides dar este paso? ¿Estar en Galicia te impedía avanzar? 

—Justo eso. Nosotros sentimos que nos teníamos que marchar para poder hacer los contactos suficientes y los movimientos suficientes para jugar en otra liga. En Galicia siempre hemos exportado a artistas muy buenos, pero creo que, para un chaval como yo, irme a Madrid me cambió la vida. Sabía que aquí ya estábamos muy bien posicionados y que teníamos una comunidad de fans grande. Pero en la capital está toda la infraestructura de la industria, los estudios, los productores, gente de otras ciudades con la que te puedas conectar. Madrid te da una red de contactos que son importantes de cara al futuro para el proyecto. 

—¿Cuál sería la situación ideal para volver y vivir de la música ya desde Vigo? 

—Estamos rozándola ya. No sé si acabaré el 2025 en Madrid. Las cosas nos están yendo bien. Ya asentamos una base de fans por todo el país. Ahora tenemos todos los conocimientos de cómo funciona la industria, los contactos hechos, estamos a punto de hacer un movimiento muy fuerte para nosotros. Todavía no puedo decir nada, pero si Dios quiere, en menos de un año estoy por Vigo y asentándome para largo. 

—¿Qué se siente al haber cumplido el sueño? 

—Yo soy muy pesado con eso porque es algo de lo que estoy bastante orgulloso, la verdad. Ahora puede haber chavales que con trece años tienen clarísimo que se pueden dedicar a la música, que hay facilidades, entre comillas. Es algo que no se ve tan lejos. Pero, cuando soñaba esto, tenía trece años y en el 2009, para un chaval como yo, era algo impensable. Me siento realizado y orgulloso por todo el trabajo y por poder trabajar con mis amigos, pero creo que es importante mantener los pies en el suelo. Te puede ir muy bien ahora, pero la música no te da una seguridad a largo plazo. Yo lo que intento hacer es seguir trabajando, cada vez los ingresos son mayores y ramificamos en otras cosas. A mí siempre me han gustado los negocios y el mundo empresarial, así que tengo otras cosas en mi cabeza a las que me quiero dedicar en el futuro. 

—En los temas a veces tiras de amor propio y hay gente que lo puede ver como chulería, pero fuera de esa escena tu discurso es muy humilde. ¿Cómo consigues que convivan esas dos partes de Adrián? 

—Yo soy una persona que intenta aconsejar a toda la gente que me lo pide. Les hablo de lo que yo he hecho y soy realista sobre mí trabajo. Y luego digamos que el lado de chulería, ese alter ego, es parte de Dirty Suc. Yo, como Adrián, sí que siento que soy el mejor, con toda la humildad del mundo lo digo, pero siento que entro en un estudio con cualquiera y estoy siempre al nivel. Soy un chaval que trabaja mucho, llevo muchos años y soy un tío que sabe torear en todas las plazas, en todos los géneros, nunca vas a ver un tema mío, del género que sea, que sea una mierda. Pero no voy por la calle diciendo: «Eh, yo soy el mejor raper de España». Ni mucho menos... Digamos que mi chulería está presente cuando yo me meto al estudio y tiene que ver con el nivel que sé que tengo haciendo música. Luego, a nivel personal, nada que ver. 

—¿Qué es lo que más cuesta siendo independiente, sin un sello detrás? 

—Lo más complicado es poder llegar a más gente. Yo si estuviese firmado con una multi y saco el disco que saqué, a lo mejor me hubiesen dado una cantidad elevada de dinero para promocionar mi álbum. Al final puedes hacer ciertos movimientos, sobre todo económicos, de apuesta que nosotros como independientes no podemos. Esto tiene su parte positiva que es que, todo lo que ganamos es para nosotros, pero es cierto que cuando a ti te ponen cierto dinero en la mesa para promocionar tu proyecto, haces acciones de márketing que llegan a mucha más gente. Estoy seguro de que este disco que acabamos de sacar ahora, sí se lo pusieras a todo el país, mucha gente se subiría a mi barco. Simplemente no se suben porque todavía no les llega. Siendo independiente llegas, pero es más poco a poco.

—¿Cuáles son tus colaboraciones soñadas ahora mismo? 

 —Te diría Estopa y Bad Gyal. Y de mi género, Drake o Lil Wayne, si pienso en grande. 

—¿Tendrías alguna recomendación de artistas gallegos? 

 —Recomiendo a Tekilas, que ha sacado su disco Uriel. Lo escuché entero y le dije que me gustó muchísimo. Y también a Lacön sin jrelos, un chaval de Cangas que canta en gallego y la verdad que está haciendo una música buenísima. Es un duro y también acaba de sacar disco. 


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