Alba Calvo, premio a la mejor traducción de videojuegos de España: «Sí, se puede vivir de esto»
Vigo
La profesora de la Universidad de Vigo ha sido reconocida junto a un equipo de 10 profesionales por el trabajo que realizaron en el Baldur's Gate III
29 Oct 2024. Actualizado a las 05:00 h.
«Nunca me hubiera imaginado que fuera a traducir un videojuego sobre Tintín, Geralt de Rivia o Gollum», dice Alba Calvo (Cee, 1987). Hoy es una profesional de referencia, acaba de ganar el premio a Mejor Traducción de Videojuegos por su trabajo junto a otros 10 profesionales en el Baldur's Gate III, de una industria que aprendió «explorando y trabajando duro». Se crio en Cee en una casa en la que para comprar un videojuego tenían que viajar hasta A Coruña. Su primer contacto con las consolas fue en la casa del vecino. «Era un niño al que los padres le compraban de todo y cuando íbamos a su casa jugábamos», recuerda. A ella y a su hermana les encantaba y en una Navidad renunciaron a sus regalos individuales para pedir una Nintendo 64. Después llegó a su casa Mario, con Super Smash Bros, y, con el tiempo, otras consolas. La afición se quedó, pero nunca pensó que se convirtiese en profesión.
Alba se fue a Vigo para estudiar Traducción e Interpretación. Llegó sin saber qué rama escoger, tampoco se planteó la de los videojuegos, ya que, cuando ella estudiaba, no había en el plan didáctico ninguna materia relacionada. Tampoco lo tenía claro al graduarse. Hizo el máster de Profesorado y después otro de Traducción Audiovisual en la Universidad de Vigo. Allí coincidió con Ramón Méndez, que ahora es su esposo y compañero de trabajo, y se formó en un módulo específico que le animó a tratar de buscar su espacio en ese nicho de la traducción. Vio una oferta de trabajo en una empresa y les planteó hacer ahí las prácticas como revisora de traducciones. La contrataron. Había entrado. Su inicio, como el de tantos otros, fue duro. Las condiciones no eran buenas y la empresa terminó cerrando. Ella quería seguir y se lanzó a la piscina. «Me hice autónoma» y con un portfolio de sus traducciones bajo el brazo llamó a las puertas de varias empresas.
Uno de sus primeros encargos fue también el más difícil. En 2014, la gigante Ubisoft le encargó la traducción al español de Child of Light, un juego completamente rimado «que fue un reto muy importante». Calvo recuerda que Ubisoft tenía muy claro que quería un juego totalmente rimado, pero «no le valía algo tan fácil como trasvasar un texto del inglés al español y hacer que rime. Como toda buena poesía, los textos tenían unas características y venían todos escritos en verso. Debíamos conseguir que el texto en español rimara con la misma estructura del inglés sin pasarse la restricción de caracteres», recuerda. Le costó, le llevó el doble de tiempo que otras traducciones y recuerda, entre risas, que había un personaje en el juego «que no sabía rimar». Esto provocó que Alba tuviera que rimar de dos formas: «mal y bien», ríe.
Todo salió bien y Alba aprendió de primera mano que la traducción del videojuego tiene «un lenguaje propio». El público juega, entra en la historia y el texto tiene que estar adaptado a esta singularidad que no tienen ni el cine, ni la literatura. «Hay que pensar como el jugador», indica, pero, muchas veces, deben traducir el videojuego desde un texto inicial con pautas que les manda el cliente y «es más difícil».
En su oficio la jornada y la facturación dependen de la longitud del texto. «Cobramos una cantidad por cada palabra», explica. Su mayor trabajo fue traducir el Baldur's Gate III, el «mejor juego del año 2023» para los Game Awards, los premios más prestigiosos del sector. «Tardamos cuatro años en traducir los 6 millones de palabras que están en el juego», recuerda.
Hoy, Alba es una referente para la industria a nivel nacional desde Vigo, «una ciudad que es una cantera en el ámbito de la localización de videojuegos». Alba es doctoranda en el grupo de investigación Traducción y Paratraducción de la Universidad de Vigo y profesora del título propio, creado por Óscar Ferreiro, Ramón Méndez y José Yuste, de Especialista en Traducción para la Industria del Videojuego. Trabaja y observa cada día que «en Galicia, tanto en traducción como en creación, hay mucho potencial, pero necesitamos que la administración se implique y potencie todo este talento», concluye la traductora.