50 jueces de Portugal citan cada año a testigos vigueses por accidentes o deudas

Vieron un accidente en una autovía del norte de Portugal, hicieron un simpa en un restaurante de la fortaleza de Valença o en la feria de Vilanova de Cerveira o compraron un electrodoméstico con financiación en un centro comercial de Oporto y no pagaron las cuotas... y ahora un juez portugués les cita para juicio. El problema es que se trata de testigos, denunciantes o denunciados que residen en el país vecino, concretamente en Vigo. Pero el largo brazo de la ley portuguesa llega hasta la Cidade da Xustiza de Vigo.

La Oficina de Reparto del Decanato de Vigo recibe de media cada año medio centenar de peticiones de jueces del norte de Portugal para citar a testigos de los asuntos que están investigando o juzgando. Se trata de los llamados exhortos internacionales, que consisten en un oficio (carta) que un juez o tribunal dirige a otro recabando auxilio para realizar una trámite fuera de su jurisdicción, como por ejemplo interrogar a un detenido o a un testigo.

El mayor número de exhortos procedentes del extranjero son remitidos desde Portugal, desde tribunales del distrito de Viana do Castelo o de Oporto. Suelen ser por asuntos relativos a Valença, Vilanova de Cerveira o Viana do Castelo, lugares donde suele haber turistas españoles. Por el simple hecho de presenciar un accidente de tráfico en el norte de Portugal, le pueden citar para prestar testimonio. Otras veces, una tienda les reclama una pequeña deuda.

Los magistrados lusos les ordenan a estos testigos que viven en Vigo que comparezcan en el palacio judicial de su ciudad en determinada fecha porque quieren tomarles declaración mediante una videoconferencia. Hoy en día, apenas se requiere a nadie para que viaje fuera de su ciudad para un asunto judicial rutinario.

A veces, los jueces portugueses celebran el juicio en remoto y los vigueses intervienen en la sesión a través de la pantalla desde la Cidade da Xustiza.

Videoconferencias

Cada mes, llegan dos o tres de estos exhortos a Vigo desde Portugal y los juzgados se movilizan para organizar la vista por videoconferencia en la fecha señalada en el escrito. El testigo entra en una sala dotada de pantalla y la auxiliar le conecta por vía telemática con el tribunal portugués y entra en directo en el juicio. El magistrado, el fiscal y los abogados lo interrogan a distancia y se cierra la sesión.

Los gastos que se ahorra la Justicia con este sistema telemático son enormes: Valença dicta 30 kilómetros de Vigo pero Viana do Castelo dista entre 87 y 95 kilómetros.