«No lo hacemos con maldad y nos sabe muy mal lo que le pasó a esa persona»

Los skaters lamentan el incidente que tuvo la mujer al resbalarse por culpa de la cera que utilizan para deslizarse con sus tablas por los bordillos del entorno de los edificios administrativos de la Autoridad Portuaria y de la Xunta de Galicia. «Desconocíamos lo que le pasó a esa señora y nos sabe muy mal. Nosotros en ningún momento lo hemos hecho con maldad», comentaba ayer Edgar Uribe, un joven aficionado al monopatín.

El procedimiento que emplean consiste en quemar cualquier tipo de vela sobre la superficie que se busca hacer más resbaladiza. La acera que cae al prender la llama crea una capa sobre la que se deslizan las tablas. Con la lluvia, la superficie se vuelve más deslizante todavía. Se trata de una práctica muy habitual como se puede observar a simple vista. Los bordillos de escalones y de rampas en este entorno tienen un tono más oscuro por todas las veces que se han impregnado con este material.

Lugar de referencia

La plaza de la Estrella es uno de los entornos favoritos para los amantes del monopatín. Es una zona histórica para la práctica de este deporte a pesar de no tener ningún circuito pensado para tal fin. Aquí se practica la modalidad de calle, que es como este deporte comenzó en sus orígenes.

El circuito más próximo se encuentra en el parque ubicado en la superficie de Vialia, que suele estar muy concurrido. «Se junta mucha gente y, a ciertas horas, no se puede patinar», afirma Edgar. El Concello también construyó un parque de monopatines en Navia, pero se encuentra a desmano para las personas que viven en el centro.