Al rescate de las escritoras olvidadas del siglo XX: «Se citaban entre ellas en los textos»
Vigo
Recién llegada de la FIL en México, Teresa Zataraín cierra un año de éxitos para su editorial Creotz; publica a autoras relevantes que fueron «enterradas» durante décadas
08 Dec 2024. Actualizado a las 23:46 h.
«Creo significa crear, pero también es creer». El verbo da nombre al proyecto de Teresa Zataraín. La editora y periodista añadió sus siglas por si quedaba alguna duda de que su criterio es el hilo argumental de la editorial Creotz, su iniciativa empresarial y personal. El olfato periodístico lo mantiene intacto, igual que su determinación cuando algo le apasiona. Por eso a Zataraín nunca la frenaron los que aseguraban que su apuesta no tendría salida comercial. Hoy, varios de los libros que ha editado están agotados y viene de recoger dos premios nacionales.
La editorial que creó en Vigo en el 2012 ha conseguido este año el premio del Ministerio de Cultura a los mejores libros editados en el 2023, otorgado a Bestiarium, de Dulce María Loynaz. Además, Zataraín acaba de recoger este mes de noviembre el galardón Meninas que entrega el Ministerio de Igualdad por su colección Ellas Vuelan. Estos ejemplares han triunfado en la FIL, Feria del Libro de Guadalajara, México, que se ha celebrado esta semana. La empresaria acaba de aterrizar en Vigo, de vuelta del otro lado del Atlántico, como colofón a todo lo logrado en el 2024. «Todo lo que está pasando te ratifica y te dice: ‘Oye, lo estás haciendo bien, lo que haces nos gusta'. Abrirte camino en este mercado es difícil».
Parte de su éxito radica en seguir su criterio, en el contenido y en la forma, cuidando la estética y la calidad estilística y estructural. Sus libros son, además, ecológicos. «Tienen un porqué, una línea clara y son coherentes, son distintos. Me apoyo en profesionales que suman». También tiene una misión. La periodista se ha propuesto rescatar del olvido a escritoras maltratadas históricamente por el sistema editorial.
Hay cantidad de autoras de principios del siglo XX que apenas han publicado o que lo han hecho con mucha menos proyección que los colegas de la época. Ahí tiene puesto el foco. «En la generación del 27, por ejemplo, hubo grandes escritores y están editados, pero hubo autoras muy buenas y en bastantes casos es complicado poder leerlas. Es una gran oportunidad editar a plumas fantásticas, mujeres valiosísimas que intelectualmente estaban preparadísimas, autodidactas la mayoría, pero con un nivel intelectual equiparable al de los escritores. Ellas dejaron su obra, pero quedaron en el olvido y se les fue enterrando, década a década».
Las letras de una nobel como Gabriela Mistral, la poeta Josefina Soria o la adelantada a su tiempo, Teresa Wilms, son protagonistas de Ellas Vuelan. En un mes habrá más nombres, más libros, que Zataraín no quiere desvelar, «tengo enfrente a editoriales muy potentes», zanja. Lo que sí adelanta es que son las propias autoras las que van guiando el camino, dejado pistas en sus textos, tejiendo una red de sororidad hasta ahora invisible. «El trabajo me lo facilitan ellas mismas, me ayudan. Los nombres surgen, muchas veces, leyéndolas. Se dedicaban artículos entre las coetáneas y se citaban entre ellas en los textos. Es maravilloso leer lo que escribe una joven Dulce María Loynaz de Gabriela Mistral, o viceversa».
Uno de los próximos libros recopila textos de María Zambrano. «Va a ser una selección personal», insiste, mientras explica cómo guía el proceso, desde el germen hasta la impresión, apoyándose en profesionales del ámbito gráfico. «Primero es la selección de textos y, cuando estamos en corrección, es cuando titulamos. Subrayamos frases literariamente hermosas y debatimos. El título nos lo dan las propias autoras». La prosa y el ensayo están ganando protagonismo en un proyecto que empezó con libros de poesía para niños «y no tan niños».
«Trabajar durante años como periodista en edición te permite tener esa agilidad en la escritura y te crea un criterio. Si a eso le sumas haber sido siempre una gran lectora y tener una gran biblioteca... Hay un momento en que se alinean una serie de circunstancias y dices:: ‘Voy a editar un libro, pero para mí'». Ese libro es: Y dejó escapar sus ojos, una obra escrita por la propia editora con imágenes de su hermana, la ilustradora María Zataraín. Cuenta la historia de un amor juvenil no correspondido que se resuelve con más amor, pero del propio. El libro ha centrado talleres y trabajos escolares en centros educativos, al igual que Tú serás mi flor, otra de las historias publicadas que forman parte de la Colección Violeta.
Con los años, la trama de la editorial ha ido engordando con más títulos adultos e infantiles, como Chocolate y Besos, que también está agotado. Parte del éxito del proyecto ha sido dejarlo crecer, permitir que madure sin esperar cosecha inmediata, algo que la editora ha conseguido manteniendo su actividad, en paralelo, como periodista especializada en comunicación. Hoy, Creotz «está en la adolescencia», a punto de independizarse económicamente y de permitir que quien gestó el proyecto le pueda dedicar todo su tiempo al verdadero lujo: Poder crear, ya no solo lo que uno quiere, sino en lo que cree.
Su canción favorita
«Alfonsina y el mar», de Mercedes Sosa. «Habla de Alfonsina Storni, la autora argentina que tiene una vida muy triste porque se suicida por el dolor de un cáncer de pecho, lo hace fundiéndose con el mar. En el libro de Gabriela Mistral hay un capítulo dedicado a ella. La canción te lleva a la historia, como las autoras».