La gaviota ya es una especie en peligro de extinción
Vigo

La Xunta, tras la pérdida del 92 % de los ejemplares en las islas Cíes, debería aplicar los programas de vigilancia de influenza aviar que afecta a estas aves
27 Apr 2025. Actualizado a las 05:00 h.
Hace unos años decíamos que, de seguir esta tendencia, llegaríamos al extremo de que sucediera algo inimaginable: considerar las gaviotas como especie en peligro de extinción. Estos días nuestros compañeros de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) solicitaban formalmente la declaración de la gaviota patiamarilla como especie en peligro de extinción. En cualquier lugar en el que la población de una especie pase de superabundante a perder el 92 % de sus ejemplares en apenas veinte años ya hace tiempo que habrían saltado todas las alarmas. Esto está sucediendo en las Cíes, en el resto de Galicia y en el resto de Europa.
En estas páginas alertamos de la situación cuando el descenso superaba el 80 % y solo podemos apoyar totalmente la petición de la SGHN. La gaviota patiamarilla debería declararse formalmente como especie en peligro de extinción urgentemente y adoptar todas las medidas que eso implica, incluyendo algunas que no van a ser muy populares. O lo hacemos, o asistiremos impasibles a una extinción que, de seguir el ritmo actual, se producirá antes de que termine esta década.
¿Cuál es la causa?
La gran pregunta, veinte años después, sigue siendo: ¿cuál es la causa de esta desaparición vertiginosa especialmente en las Cíes, parte de nuestro (en teoría) espacio natural más protegido? Decían desde el Parque Nacional das Illas Atlánticas el pasado viernes que «no hay ninguna evidencia científica que asegure lo que les está pasando. Tampoco lo saben en el norte de Europa». Y se hace referencia específicamente al 75 % de descenso de poblaciones en Gran Bretaña. ¿Es cierto que en el norte de Europa no saben lo que está sucediendo? Diversas autoridades oficiales europeas e internacionales responsables de la salud animal y humana y organizaciones ambientales coinciden en afirmar que la influenza aviar ha sido una causa determinante del declive de las poblaciones de aves silvestres (destacando las gaviotas) en los últimos años, provocando efectos devastadores sobre sus colonias y con consecuencias para la migración y alimentación de numerosas especies. Es fácil acceder a la información e informes de estas entidades que explican este desastre sin precedentes sobre las poblaciones de aves silvestres europeas tales como la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea), la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura), la OMS y la OMSA (Organización Mundial de la Sanidad Animal) y organizaciones ornitológicas como BirdLife International y su filial española SEO (Sociedad Española de Ornitología).
Específicamente, desde el Reino Unido transmiten la misma información la RSPB (Sociedad Real para la Protección de las Aves), el BTO (Fondo Británico de Ornitología) y el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) del Gobierno Británico, sin olvidar nuestro propio MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación). Más bien todo indica que en Europa saben perfectamente lo que sucede y sus causas.
Lo que se tendría que hacer en las Cíes y el resto de espacios es algo tan revolucionario como cumplir las normas. Se espera de la Xunta al menos un mínimo que pasaría por cumplir los programas nacionales y autonómicos de vigilancia de influenza aviar, que indican que debe hacer análisis a las aves recogidas muertas o enfermas sin causa evidente o que puedan ser sospechosas de la enfermedad.
El número de muestras tomadas en las Cíes, según datos proporcionados por la Consellería de Medio Rural en los últimos tres años, ascendía a solamente cinco. Algo insignificante teniendo en cuenta el número de aves observadas muertas o enfermas en las islas.