Un juego escatológico triunfa en Cangas
Cangas
Su creador, Rubén Cembellín, cataloga hasta 43 cacas distintas en las cartas
23 Sep 2023. Actualizado a las 23:04 h.
Nadie tiene la fórmula infalible para que un juego triunfe. En la nueva época dorada que viven los juegos de mesa a raíz del confinamiento siguen naciendo ideas ingeniosas como la de Rubén Cembellín Cordeiro, un creador de Cangas que apuesta por el humor escatológico. Siguiendo la clara tendencia por los juegos provocativos o irreverentes repletos de humor negro, este vecino de O Morrazo puso en el mercado Perfect, un juego de mierda. Su propuesta ha tenido tan buena acogida que él mismo se muestra «sorprendido y tremendamente entusiasmado».
«En 45 días vendí las primeras 250 unidades en dos librerías de Cangas y en octubre sacaré una segunda edición de 500 más». «El juego está basado en heces reales y es el único en el mundo que está ambientado en un cuarto de baño. Son cacas humanas llevadas a la parodia», explica. Su apuesta tiene mérito añadido. «Me autoedito, me autofinancio y lo autodistribuyo. Son 108 cartas y 75 ilustraciones originales y desde la idea original a la ilustración, la mecánica o el diseño son míos», confirma este creativo que también se reinventó en tiempo de pandemia. Parece que siempre fue un culo inquieto porque lleva el mundo de la creatividad en el ADN pero no fue hasta la pandemia cuando decidió centrarse en su vocación de emprendedor dándoles forma a un proyecto propio que centrifuga sus inquietudes y proyectos anteriores. «Siempre tuve curiosidad por los temas escatológicos y hasta hacía fotos de las cacas de los perros por la calle para inventarme historias sobre sus protagonistas y dueños», confiesa aunque no considera que el tema se haya convertido en una fijación. Rubén Cembellín tuvo que enfrentar a la vez la pandemia y un accidente laboral que le obligó a estar de baja a los 40 años. Fue entonces cuando decidió reconducir su trayectoria profesional y tras 18 años como mozo de almacén retomó su experiencia como diseñador gráfico, vocación con la que ya había cosechado algunos éxitos y comenzó a darle forma a su primer juego de mesa. «Un accidente me hizo replantearme la vida y, aunque aún arrastro las secuelas, he conseguido sacar adelante proyectos que siempre había postergado», desvela.
Tras varios años de trabajo vio la luz Perfect. Un juego de mierda y tras numerosas pruebas y presentaciones en distintos foros, lo puso a la venta en julio, agotándolo antes que el verano. Cree que el éxito de su propuesta se debe a que «es un juego interactivo, en el que todos participan todo el tiempo y en el que te puedes reír jugando y leyendo ya que cada carta tiene además un chiste», explica este creador que ya ha comenzado a trabajar en un libro del mismo título.
Este nuevo proyecto va a ser sobre los 43 personajes del juego, que realmente son otras tantas cacas, «adorables y simpáticos personajes» identificados y catalogados en cuanto a color, textura, forma o color. Estas cartas son las que atacan y las del WC, con otro variado catálogo de objetos que se pueden encontrar en un cuarto de baño, las que defiende. El juego es para entre tres y nueve jugadores, por lo que hay otros tantos culos y el propósito «es encontrar la caca perfecta», que se consigue al hacerse con el trío de cartas culo, papel limpio y perfecf». Hay tres modos de juego, desde rápido a turbo, con tiempos por partida que van desde los diez a los treinta minutos.
Ha creado la empresa Pink Souba, que es un estudio creativo y gráfico con el que ya se distribuirá la nueva edición de Perfect. Un juego de mierda y con el que ya están a la venta sus nuevas camisetas en la tienda Cinania Shop. Las primeras prendas están dedicadas a Darbo, O Morrazo y las Islas Cíes. Luis Zahera, por ejemplo, ya ha lucido la de las Cíes y también tiene el juego.