Patinando en la cima del mundo

El CPA Gondomar de patinaje artístico se ha acostumbrado a estar en la cima del mundo en la modalidad de grupos show. Con el grupo pequeño se hizo con el bronce en Argentina y con la plata en Barcelona y el pasado sábado, en Rímini (Italia), alcanzaron su primer campeonato mundial, en este caso, en cuartetos. «Todavía estamos aterrizando. Era la primera vez que competíamos en esta modalidad y no lo imaginábamos», comenta David Figueroa, entrenador, coreógrafo y gran artífice de todos los éxitos del Gondomar.

Curiosamente, el cuarteto no entraba en la hoja de ruta del club para el año natural, pero el pasado mes de noviembre, a David Figueroa se le encendió la luz. «Contábamos con cuatro patinadores (Noa Álvarez, Lola Álvarez, Xiana Fernández y Joel Ribeiro) bastante homogéneos como grupo, que llevaban toda la vida patinando en el club y, además, los cuatros son buenos técnicamente y también que podían llevar la performance a la máxima expresión», dice el técnico.

Todo rodado desde el principio

En el Campeonato Gallego celebrado en marzo ya se confirmó lo que venía en camino. «Era la primera cita del año y la sensación fue muy buena y las notas, muy altas», recuerda. Luego vino el campeonato de España, con título y notas todavía más elevadas; a continuación, el subcampeonato de Europa y ahora, oro en el Mundial. Tanto en la cita continental como en la universal con un mano a mano con los italianos del Skate Stars. En esta ocasión, ganaron los vigueses con una puntuación de 49,43 puntos.

El éxito le llegó al Gondomar en una modalidad catalogada por muchos como la más difícil dentro de los grupos show, algo que Figueroa asiente. «Cuesta más construir una historia con solo cuatro personas que cuando tienes a 24 o a 12 patinando en la pista, además, los defectos se ven mucho más al ser solo cuatro y por encima, en la puntuación, también tiene unos elementos técnicos (hay una nota técnica y otra artística)».

Con tantos condicionantes, los gondomareños montaron una cuidada historia bajo el título Efecto secundario, una coreografía basada en unos experimentos científicos en la época victoriana, entre los siglos XVIII y XIX, que buscando la eterna juventud terminaron provocándole la ceguera a una de las protagonistas al probar la supuesta pócima mágica.

Con tres podios mundiales en el bolsillo, David Figueroa no acierta a discernir cuál fue el más complicado de todos, pero deja claro que a día de hoy quiere volver a formar otro cuarteto pese al intenso trabajo que supuso la preparación desde el mes de noviembre, con una media de cuatro horas semanales en grupo «unidas a los miles de horas que los cuatro patinan por su cuenta». El precio de un oro internacional en los World Skate Games 2024.