La Voz de Galicia

Una vida en clave de fútbol

Redondela

lorena garcía calvo lorena garcía calvo vigo / la voz

El balompié ha sido, desde niño, la pasión de Manolo Conde, el fundador del Grupo Casa Paco 81

26 Dec 2016. Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el fútbol era en blanco y negro, Manolo Conde ya corría tras la pelota de cuero en el patio de la escuela. Eran los años cincuenta en Redondela y él ya vivía lo del balompié con la misma intensidad que experimenta hoy en plena jubilación. «¡Cos anos que teño e os miles de partidos que levo na alma, e sigo poñéndome nervioso ata cun partido de alevíns!», reconoce sin pudor. Porque lo de Manolo de Casa Paco -el sobrenombre con el que le conocen más allá de los confines de su pueblo- con el fútbol es un idilio que solo se acabará tras el último aliento.

Del fútbol de los recreos pasó al Choco de juveniles y llegó a debutar el primer año, pero los fogones del negocio familiar y la devoción y el respeto que sentía por sus padres hicieron que aparcase el cuero para meterse entre pucheros. «Reabrimos o restaurante, Casa Paco, e non puiden seguir xogando. Pero o sangue seguía quente», hirviendo por el deporte al que se escapaba de cuando en cuando. «A meus país débolles moitas por deixarme facer máis do que debía. Fastidiábame, pero escaqueábame», desvela. Y algo similar sucedió cuando él tomó el mando del restaurante, que cerró hace unos cuantos meses cuando se jubiló.

El gusanillo del fútbol no dejaba a Manolo en paz y en 1977 decidió poner en marcha su propio equipo de base. «Empezamos a facer un equipiño de nenos, iamos buscalos ás casas e competiamos coas parroquias. ¡Tiña un Land Rover e metiámonos vinte no coche! Hoxe iso é impensable», recuerda con cierta nostalgia. Porque fue aquel equipo de chavalines procedentes de toda la geografía choqueira el origen de lo que cuatro años después se llamaría Grupo Casa Paco 81, un club de base emblemático más allá de Redondela y el gran orgullo de Manolo. «¡É que en Redondela vívese o fútbol de xeito apaixoado!».

 

Tres décadas de fútbol

A lo largo de las tres últimas décadas Manolo ha hecho de todo en el club. Presidente, entrenador, chófer, delegado... A base de cuotas, rifas, de liar a algunos padres, de ayuda institucional y de sacarle muchas horas de sueño al cuerpo, el club fue saliendo adelante y formando niños. Centenares. «E despois xa ían para os xuvenís do Choco, ou para o Celta. Nós somos como un viveiro», describe Manolo. Le cuesta quedarse con algún futbolista de los que han pasado por el club, pero se le llena la boca de orgullo cuando recuerda que la camiseta de Grupo Casa Paco fue la primera que vistieron gente como Iago Bouzón, Pablo Couñago, Mateo Míguez, Caloi... «É un orgullo, e cada vez máis porque son máis vello», confiesa con la voz titilando. «Vou pola rúa e saúdanme rapaces que hai dez anos que non vexo. Coñécenme alá pro onde vou e valoro moito que me respecten».

Manolo achaca a sus más de seis décadas de vida la emoción que le acompaña. Repasa las épocas pasadas y no es capaz de elegir un momento especial. «Para min case todos foron bos. Antes había que ía buscar aos nenos ás aldeas e agora digo que case teño que ilos buscar ás barrigas de súas nais, ¡porque empezan cada vez máis novos!».

Porque en esto del fútbol moderno hay cosas con las que Manolo no comulga. «Agora vas aos partidos e os pais parecen que queren ser protagonistas. ¡Que deixen ao neno tranquilo, que o deixen desfrutar!», reclama. Y también se queja de lo prohibitivo que se ha vuelto el deporte. «Aos cinco anos xa se pagan arbitraxes», se queja.

Tras años con los balones de fútbol ocupando su vida, hace una década Grupo Casa Paco 81 se pasó al fútbol sala. El motivo, explica, es que la pista de fútbol sala permite a los pequeños contactar más veces con el balón e incidir en la parte más técnica. Manolo no deja nada al azar cuando de fútbol -o fútbol sala- se trata. Tanto es así que incluso en su Redondela natal se lo reconocieron como mejor podían haber hecho. Poniendo su nombre a uno de los campos de fútbol del municipio. Pocos habrán hecho más por el balompié choqueiro que Manolo.


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