La Voz de Galicia

Alejandro y África, los jóvenes fallecidos en el accidente de Redondela, eran compañeros de colegio desde pequeños

Redondela

E. V. Pita Vigo / la voz
Alejandro y África, los jóvenes fallecidos en el accidente de Redondela

Él trabajaba de soldador en la empresa Insnor S.L. y ella practicó atletismo en Beade

24 Aug 2024. Actualizado a las 01:22 h.

Alejandro González Paz, el vigués de 19 años fallecido este lunes en el accidente de moto de Redondela, trabajaba de soldador en la empresa Insnor S.L., situada en el municipio de Mos, en la carretera que lleva de O Porriño a Redondela. Sus compañeros estaban esta mañana consternados. «Era un chico muy alegre, con ganas de vivir, un niño muy querido por todos. Estamos consternados, el día antes había venido a trabajar como siempre, fue un golpe muy duro para todos», afirmó una portavoz de la empresa, casi sin dar crédito todavía a lo sucedido.

El trabajador era muy apreciado por el resto de sus compañeros en la plantilla y había empezado en la empresa haciendo prácticas. Conocía a la otra víctima del accidente, África Pérez Fernández, también de 19 años, fueron desde pequeños al colegio Mariano, en el barrio de O Calvario.

África, que era la conductora de la motocicleta siniestrada y llevaba detrás a Alejandro, fue atleta del CDCR Beade, la asociación cultural y deportiva de esta parroquia viguesa, cuyos miembros se mostraban hoy absolutamente consternados. Había competido en carreras a través en su adolescencia y en el club guardan muy buen recuerdo de ella. Tenía una hermana menor. 

La joven estaba muy integrada en las actividades culturales y deportivas de Beade y, al parecer, colaboraba con los parroquianos en la organización de la Comisión de Festas de Santa Ana, además de participar en el equipo de atletismo. La definen como «unha rapaza moi alegre». Le tenía gran afecto a Alejandro, según cuentan.

La joven aseguraba que le gustaba trabajar en las fiestas y de camarera. África era una muchacha vivaz y sonriente, era aficionada a participar en las redes sociales y allí tenía su propio rincón donde cantaba o escuchaba las letras de autores latinos que están de moda, entre ellas muchas de estilo reguetón.  En ocasiones, lucía la camiseta y la bufanda azulceleste del equipo de Vigo, al que le tenía gran cariño. Guardaba una extensa colección de la equipación del Real Club Celta, afición que tenía ya desde muy corta edad. Insistía en que su fijación por el equipo de su ciudad no era una obsesión.

Redondela se encuentra consternada por la pérdida de África Pérez Fernández y Alejandro González Pérez, los dos jóvenes de Vigo y de tan solo 19 años, que sufrieron un accidente de tráfico a última hora del lunes. La moto que conducía ella se salió de la vía y, según confirmó la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, invadió el carril contrario. Era una Honda CBR de 125 centímetros cúbicos en la que circulaban por la Nacional 550. Fue a las 23.30 horas del lunes, a la altura del kilómetro 140,200 «un punto muy peligroso», según los vecinos, cuando la motocicleta de los jóvenes, que iba en sentido a Pontevedra, chocó primero contra un turismo Volkswagen Golf y después contra un camión de la basura

Nada se pudo hacer por salvar la vida de los jóvenes, que llevaban puesto el casco de seguridad en el momento del siniestro. Al lugar se desplazaron los servicios de emergencias con una ambulancia asistencial y otra medicalizada así como un amplio dispositivo de emergencias que movilizó a la Policía Local, bomberos, efectivos de Protección Civil de Redondela y al GES de Mos.

Pese a la rápida actuación de los servicios de emergencias, ambos jóvenes fallecieron al momento. Numerosos conductores pararon también para intentar ayudar, ya que se trata de una de las vías con más densidad de tráfico de la provincia, si bien ya nada se podía hacer por las víctimas mortales.

Tanto los ocupantes del turismo contra el que chocaron primero como el del camión resultaron ilesos y los conductores de ambos vehículos dieron negativo en las pruebas de alcohol y drogas Tráfico les realizó en el lugar del siniestro. El accidente se produjo en la conocida como curva de la pantalla, por el emblema del Camiño Real que desde hace siglos está ubicado en el barrio de Coto, en la parroquia de Cesantes. Justo debajo de la vía del tren y en un kilómetro considerado como «punto negro» por los lugares que llevan años advirtiendo de la alta siniestralidad en la vía y reclamando medidas de seguridad, tanto para los conductores como para los residentes. «Ese corte que hay en la carretera, es mortal de necesidad», aseguraban horas después del siniestro Manuel y Nieves Cerezo. Viven a menos de cien metros del lugar del accidente y fueron de los primeros en llegar al macabro escenario.


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