Hallan un cadáver de una mujer en una maleta abandonada entre la maleza en Vigo

La Brigada de Homicidios de la Policía Nacional de Vigo investiga el hallazgo de una maleta que contenía restos humanos. La encontró, sobre las cuatro de la tarde, el repartidor de un taller en un descampado de la calle Espedrigada, a la altura del número 90, una trasera de la calle Fragoso en el barrio de Balaídos. El empleado fue a orinar entre la maleza y se topó con una maleta envuelta en plásticos. La tocó y se asustó mucho al ver gusanos y que desprendía mal olor. Alertó a la Policía Local, la cual la abrió y comprobó que había un cadáver en descomposición que, según ha confirmado posteriormente, correspondía a una mujer.

Una vecina que reside en la vivienda contigua desde hace dos años asegura que el bulto llevaba allí desde el pasado agosto, pero no lo movió ni lo tocó porque ese lugar funciona como un estercolero, donde también tiran lavadoras, y el terreno no es de su propiedad. Los agentes recogieron también un carrito de la compra porque van a analizar si se usó para trasladar el cuerpo.

Los agentes de la Policía Científica de la Comisaría de Vigo examinaron la escena en la que aparecieron los restos humanos. Cerca de las seis de la tarde, los servicios funerarios retiraron en una camilla el cuerpo recuperado para hacerle después la autopsia. Todo apunta a que la muerte se produjo hace días, quizá meses, y que alguien se deshizo de él.

El lugar en el que apareció el cadáver está al lado de un garaje, en un descampado que sirve de escombrera y rodeado de maleza sin limpiar. Desde la acera, los viandantes no lo pueden ver. Sí lo veía la vecina. Dice que desde el verano y, aunque notó el mal olor y su perro se puso nervioso los primeros días, nunca llegó a mirar más. El escenario del hallazgo está rodeado de casas unifamiliares y fincas. Es la parte trasera de la calle Fragoso, que conserva su aire rural, a solo 500 metros del estadio de Balaídos.

Nadie vio nada

Algunos vecinos y empleados de los talleres y almacenes cercanos aseguran que nadie notó nada raro en estos últimos días. Tampoco echaron de menos a ningún vecino ni les constan desapariciones en el barrio. La finca colindante está abandonada porque falleció recientemente su morador. Todo apunta a que el cuerpo es de alguien de fuera del barrio, pero los vecinos se preguntan por qué eligieron ese lugar para deshacerse de un cadáver que era fácil de encontrar por azar.

Los forenses y los analistas de la Policía Científica intentan obtener huellas y ADN de los restos hallados para identificar a la víctima. El cadáver estaba bastante deteriorado.

«Ahí tiran escombro y lavadoras, estaba envuelta en plásticos, no voy a andar en esas cosas»

Los investigadores interrogaron ayer a los vecinos para saber si habían notado algo extraño en esa zona. También le preguntaron a la inquilina de la casa junto a la que apareció la maleta si tenía enemigos o problemas con alguien, y esta aseguró que no tenía nada con nadie. «La maleta apareció un día allí y ahí quedó. Es un estercolero, tiran lavadoras y escombros, estaba envuelta en plásticos, no voy a andar en cosas que no son mías y, además, ese terreno no es de mi propiedad», afirmó la inquilina. Esta se sentía conmocionada al «saber que la maleta lleva tiempo allí y con ese olor».

Los agentes intentaron entrar en una casa que linda con la parte trasera del escenario, pero estaba vacía porque el dueño había fallecido recientemente. Este entorno semirrural está encajonado entre edificios altos, y los investigadores subieron a los pisos que tienen vistas al lugar para preguntar a los residentes si habían visto algún movimiento extraño. En la misma zona hay un parque infantil. Los vecinos coinciden en que el lugar es bastante tranquilo y no recuerdan peleas ni incidentes recientes.

El lugar escogido para dejar la maleta está próximo a la avenida de Castrelos, que comunica con la circunvalación Arquitecto Palacios y con la avenida de Madrid, una de las principales salidas de Vigo hacia Ourense y Portugal.