¿Qué haces mientras duermes?
Yes
HAY QUIEN SE PARTE DE RISA, mantiene largas conversaciones con el de al lado e incluso abre los ojos. Otros son capaces de controlar sus propios sueños. Cada loco, con su tema. El psiquiatra avisa: todos son trastornos del sueño.
07 Nov 2015. Actualizado a las 05:10 h.
El sueño no es siempre silencioso. De eso nada. Puede ser una auténtica fiesta de la risa o una profunda conversación sobre la vida. Pero, sobre todo, puede ser un verdadero suplicio para el de al lado. Ya no entremos en el sonambulismo, que eso ese es otro tema. Vamos a hablar de esas conductas que muchos tienen sin levantarse de la cama y que traen de cabeza al que le toca cerca. Lo de hablar es infrecuente entre adultos, pero pasa. Lo normal es que suceda entre los niños de entre cinco y diez años, pero hay quien se hace mayor y sigue hablando.
Desde los que balbucean hasta los que mantienen un diálogo o son capaces de responder a cualquier pregunta, han de saber que este también es un trastorno del sueño. Pero, ¿es malo? «Lo bueno y lo normal no siempre es lo mismo. Tener trastornos del sueño es infrecuente», afirma Juan Carlos Díaz del Valle, psiquiatra del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Para los que os estáis preguntando si la persona que mantiene una conversación dormida está siendo consciente, hay que decir que en cierto modo lo es. En este sentido, Del Valle indica que estas personas «mantienen un grado de conciencia, porque los individuos no dejamos de estar entre la vigilia y el sueño. Sigue habiendo un nivel de contacto con el mundo exterior».
SUEÑOS Y SOMNILOQUIOS
Esto de hablar se enmarcaría dentro de lo que se llaman somniloquios, que es la emisión de voces -entendibles o no-, que pueden ir desde simples balbuceos hasta pequeños discursos. Pero más allá de la lengua, a veces movemos otras cosas bajo las sábanas. Muchos parpadean con movimientos rápidos, mientras que otros son incapaces de frenar. Sí sí, tal cual. Eso se llama síndrome de piernas inquietas y, en palabras del psiquiatra, el que lo sufre «es incapaz de frenar la sensación de malestar porque las mueven descontroladamente, y eso le altera muchísimo la calidad del sueño». Luego tenemos el bruxismo, mucho más común. Se caracteriza por el sonido que emite el rechinar de los dientes, que se produce cuando los inferiores se aprietan fuerte contra los superiores. Hay hasta prótesis para evitarlo, y la causa principal es la ansiedad.
Todas estas conductas se enmarcan dentro de que se consideran trastornos del sueño y, por ello, pueden atajarse siguiendo una serie de recomendaciones, dice el experto: «Hay que seguir un patrón, acostarse a la misma hora, cenar antes, bajar la actividad del trabajo antes de irse a la cama. Es importante establecerlo para descansar en condiciones y rebajar el nivel de estrés que se ha vivido durante el día», indica. Lo que ya no está claro si es o no un trastorno es lo de los onironautas. No son habitantes del espacio exterior. Se les llama así a los que dicen tener la capacidad para controlar sus sueños. Del Valle sabe en qué consiste esta capacidad, pero todavía no ha recibido a nadie que la tenga. Esta persona, cuando sueña, sabe que está soñando. Y controla su sueño para hacer lo que le apetece. Si eres onironauta puedes estrellarte con el coche, enfadar a la policía o estar con quien quieras en tan solo un segundo. Incluso se te pueden ocurrir ideas, como siempre se le atribuyó a genios como Leonardo da Vinci. Y todo eso sabiendo que estás en un sueño y que nada malo puede pasarte. «No hay explicación científica. Son personas con una altísima capacidad de concentración, meditación y control de su propia mente. Por eso se dice que los monjes budistas son capaces de tener estos sueños vívidos», apunta el psiquiatra. Aún así, cuidado con dormir demasiadas horas, que se llama hipersomnia. Y también es un trastorno. Lo dicho: cada loco, con su tema.