Ocho ciudades que también plantan cara a los coches
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LAS MÁS PASEABLES Pontevedra protagonizó titulares internacionales hace poco por sus proyectos de peatonalización, pero no es la única ciudad que ha decidido poner al peatón en el centro. Estas ciudades europeas buscan ser paseables: urbanismo para personas
27 Oct 2018. Actualizado a las 17:14 h.
VENECIA
No hay coches porque muchas de sus calles son canales, pero incluso en las zonas por las que técnicamente sí podrían circular (las callejuelas, las plazas) están prohibidos. Es el espacio peatonal urbano más grande de Europa y un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido en un momento en el que el ahora constante murmullo de los coches de fondo todavía no existía.
OSLO
La capital noruega quiere un centro sin coches ya en el 2019, año en el que lucirán el título de Capital Verde Europea. Como en Copenhague, apuestan por las bicis: carriles y rutas, y ayudas para bicicletas de carga para negocios que de pronto se vean sin sus furgonetas. Además, han llenado las plazas de aparcamiento de flores.
HELSINKI
No prohibirán nada: quieren que sea tan fácil moverse en transporte público que no compense tener coche. Así, dicen, en el 2025 los coches serán obsoletos e innecesarios en la ciudad. Con una de las mejores redes de transporte público del mundo y unos habitantes famosos por su compromiso cívico, no debería ser difícil.
BRUSELAS
El ejemplo y modelo peatonal en Bélgica es Gante, sin coches en el centro histórico desde finales de los años noventa, pero Bruselas, mucho más grande y con el reto de ser una de las ciudades con más congestión de tráfico de Europa, también ha iniciado su proceso: un gran proyecto que le dará en el 2019 o 2020 la segunda zona peatonal más grande del continente, después de Venecia.
COPENHAGUE
Con el objetivo de tener una huella de carbono cero en el 2025, en la capital danesa, paraíso para los ciclistas, priorizan el transporte en bici por encima de todo. Más de 200 carriles bici y zonas cerradas al tráfico desde los años 60 hacen que lo más fácil sea dejar el coche en el garaje. O deshacerte de él por completo.
MILÁN
Milán es una de esas ciudades con boina gris de polución, por lo que los pasos para deshacerse de los coches son difíciles. De momento, optan por días sin coche y campañas por el uso del transporte público y proyectos de peatonalización. En el 2019 empezarán a prohibir los coches diésel gradualmente.
DUBROVNIK
Todo el casco histórico de Dubrovnik, protegido por sus murallas, es totalmente peatonal. Quien vaya en coche puede dejarlo en alguno de los aparcamientos que hay fuera de las murallas, pero lo más recomendable es llegar a la ciudad en cualquier otro transporte y ahorrarse un quebradero de cabeza. El centro, por cierto, es patrimonio de la Unesco.