Niños, ¿conocéis vuestros derechos?
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Celebramos los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño. Tenéis derecho a jugar, a opinar y a que os cuiden... pero también deberes, os recuerda el profesor César Bona, distinguido entre los mejores del mundo. ¿Te los sabes todos?
16 Nov 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Son 54 artículos. Son los derechos del niño, que recoge un tratado firmado el 20 de noviembre de 1989. El profesor César Bona, autor de La emoción de aprender, finalista del llamado «Nobel de la educación», celebra los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño con el libro Derechos y deberes de la infancia. ¿Sabemos realmente cuáles son? ¿Sabes que entre ellos están el derecho al juego, al esparcimiento y al descanso? ¿Y el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y religión? «No me refiero solo a los niños de España o de Europa, sino a todos los niños y niñas del mundo. En muchos lugares, hay niños que no pueden jugar porque están trabajando, no es algo que sucedió en la revolución industrial. Ocurre hoy», recuerda Bona. «Han pasado 30 años desde la convención y hay muchas cosas que han mejorado, pero hay otras muchas que aún hay que mejorar. Derechos y deberes de la infancia es, primero, una invitación a los adultos a asumir la responsabilidad de ser los primeros garantes de los derechos de la infancia. Y una invitación a niños y niñas a que sean ellos los protagonistas, los defensores de los derechos de otros niños y otras niñas. Que cuando crezcan se den cuenta de que la infancia sigue existiendo», destaca. ¿Qué es ser niño? «Dice en la propia convención: se entiende por niño o niña todo ser humano menor de 18 años. El concepto de infancia no ha tenido siempre el mismo significado, y está bien hacer un viaje a pinceladas por la historia. En la Edad Media no se reconocía la etapa de la infancia, con sus cualidades diferentes, más características», responde. ¿Cuáles son las características que definen la infancia? Bona ha hablado con niños y niñas de España, de México, de Costa Rica, de Nicaragua, de Perú, de Chile... «y al hablarles de derechos y de deberes no entendían bien. Para mí, niño o niña es una persona no muy alta y bastante rebelde; eso implica que son curiosos, inquietos, les gusta moverse», manifiesta el maestro.
«El documento de la Convención de los Derechos del Niño debería ser un documento de cabecera en todas las escuelas y en todas las casas. Hay que reflexionar sobre lo que suponen estos derechos y estos deberes, más allá de una visión adultocéntrica. Porque tendemos a pensar que comprendemos a los niños perfectamente, y no es así. Un estudio de la Universidad de Málaga indica que entre un 10 y un 25 % de adolescentes tienen el síndrome del burn out, o estar quemado. Eso es consecuencia de la presión de la visión y la presión adultocéntricas. Por eso, sorprende cuando dices que jugar es una actividad imprescindible para el desarrollo. El juego espontáneo, sin reglas, es en sí mismo aprendizaje. El artículo 31 de la convención dice que niños y niñas tienen derecho a jugar, ‘a participar libremente en la vida cultural y en las artes’», destaca Bona.
DERECHO A JUGAR
«¿Crees que tienes derecho a jugar? ¡Claro! A veces, lo que falta es tiempo», advierte César Bona, que subraya el derecho del niño a un nombre o a una nacionalidad, lo que «invita a reflexionar sobre los refugiados, sobre por qué levantamos muros». Los niños tenéis, entre otros, el derecho a columpios adaptados. «No es muy habitual verlos, pero yo he tenido una experiencia maravillosa en una escuela de Gines. Los niños y niñas del colegio hablaron con el alcalde para que el colegio tuviese un columpio adaptado. Y lo consiguieron», subraya Bona.
DERECHO A LA IGUALDAD
¿Piensas que niños y niñas tienen los mismos derechos? «Niños y niñas tenemos los mismos derechos y los mismos deberes, y el secreto está en saber que, si en alguna cosa nos vemos distintos, esa diferencia nunca se convierta en desigualdad», expone el profesor, quien añade: «Durante años y años, la educación ha estado más vetada para las mujeres. Y precisamente fue una mujer, la británica Eglantyne Jebb, quien fundó Save the Children e impulsó la declaración de Ginebra sobre los derechos del niño. Es curioso cómo seguimos luchando, a estas alturas, por la igualdad real».
DERECHO A CUIDADOS ESPECIALES
Ser diferente es un valor, nunca ha de ser un inconveniente, recuerda el autor de Las escuelas que cambian el mundo. Y hay que proteger y cultivar con afecto esa diferencia. «Se trata de valorar las distintas capacidades, que cada niño y cada niña pueda hacer distintas cosas», señala César Bona. «El respeto es un derecho y un deber fundamental para niños, adolescentes y adultos. En este sentido, los adultos somos modelos».
DERECHO A LA SALUD
«No solo me refiero a que los niños tienen derecho a que los llevemos al médico, sino que nosotros hemos de pensar qué podemos hacer para que tengan una mejor salud, como madre, como padre, como docente... Invitar a una alimentación saludable es absolutamente clave», subraya el profesor, que fue finalista al Global Teacher Prize. Esencial cuando el producto se está comiendo al alimento como solución rápida y cómoda. «Para estar sanísimos tenemos el deber de cuidarnos: comer sano; dormir las horas necesarias; hacer algún deporte que nos guste, y hacer caso a los mayores», relata el profesor, que tiene una primera receta para crecer: ¡más frutas de todos los colores!
DERECHO A VIVIR EN UN PLANETA SANO
Niños del mundo, tenéis este derecho... y el deber de cuidarlo. Más naturaleza es una receta cada vez más habitual, con expertos que hacen hincapié en el déficit de «vitamina N». Los niños deben ser los primeros protagonistas del cuidado del planeta, «y los primeros en los que los adultos tenemos que creer. Cuando a un niño le das la oportunidad de mejorar el lugar en el que vive, todo cambia. Esto irá con ese niño, o esa niña, siempre», dice Bona.
DERECHO A OPINAR... y a ser escuchados
Niños y niñas, vuestro derecho a opinar es «importantísimo». Una de las reglas para la convivencia, además de la tolerancia, es escuchar y ser escuchado. «A los niños les escuchamos poco, en el colegio y en casa. Será el vértigo de vida que llevamos, pero el niño tiene derecho a opinar libremente, a ser escuchado, a comunicarse. Y lleva consigo el deber de respetar las opiniones de otros», señala el maestro.
DERECHO A SALTAR SOBRE LA CAMA
No lo encontrarás en el documento de los derechos del niño de Unicef. Es una sugerencia propia del autor de estos Derechos y deberes de la infancia. «A veces los adultos perdemos de vista qué es un niño. Si el niño no es un poco travieso, deja de ser un niño. ¿Quién no ha dado saltos sobre la cama, quién no ha salido cuando llovía con las botas de agua en la boca? Esas cosas tienen derecho a disfrutarlas, como el cuento para dormir. Creo que el del cuento es el momento más especial para compartir. Los niños tienen derecho también, o deberían, a leer tumbados en la alfombra. Hay que mantener, al crecer, la magia de las pequeñas cosas».
Esto es solo un pequeño avance de los 54 derechos que tenéis, oficialmente, todos los niños y las niñas del mundo. ¿Cuáles añadirías a la lista?
Lee la Convención sobre los derechos del niño