Los rincones gallegos que debes descubrir este verano
Yes
De Norte a Sur y de Este a Oeste Galicia ofrece cientos de destinos naturales que quitan el hipo. Aquí van 20 para que marques la mejor ruta en el horizonte de tus vacaciones. ¡Arráncalas, por dios!
02 Sep 2021. Actualizado a las 11:47 h.
Ya es verano, YES, y aquí estamos para abrirte los ojos y que mires todo lo que tienes por delante, de Norte a Sur y de Este a Oeste, porque Galicia te ofrece cientos de rincones para sorprenderte. No necesitas achicharrarte al caloret del Mediterráneo ni buscar el aire acondicionado a toda costa en el sur, lo único e indispensable que requiere este plan es que te marques un horizonte y aproveches el día para la mejor excursión. Hoy te proponemos veinte destinos diferentes que puedes hacer en un solo día para disfrutar de la natureleza en todo su esplendor. Si eres más de playa, los paraísos de Areoso (en portada), o las Cíes son una magnífica opción, pero también puedes perderte por los inmensos arenales de la playa más larga de Galicia, Carnota, con casi 7 kilómetros de largo y uno de ancho. Todo es cuestión de gustos, y de eso saben desde luego los surfistas que tiran para las playas de Ferrolterra, en Valdoviño, Doniños o Santa Comba, y los coruñeses que miran a su ciudad desde el entorno de Santa Cruz, en Oleiros, con unos alrededores que quitan el hipo. Ahí, si buscas aguas tranquilas, puedes darte un chapuzón y confirmar que, efectivamente, se te corta la respiración. Si eres más de seguir las rutas de senderismo y quieres moverte entre una frondosa vegetación con las mejores vistas, en Parada de Sil tienes los Balcones de Madrid. El mirador ourensano por excelencia, en el corazón de la Ribeira Sacra, te permitirá despejarte con la inmensidad del paisaje como buena compañía. Aquí te harás las mejores fotos del verano, no lo dudes. En el interior de Ribadavia, en la misma provincia, te esperan también las termas de Prexigueiro para un plan absolutamente reparador y relajante, dado que las pozas están en un paraje único, rodeadas de piñeiros que dejan el cielo al descubierto.
Una buena caminata
Si quieres hacer senderismo, pero sin necesidad de tener que coger el Ventolín porque no te da la vida, toma dirección a Lugo, y súmate a una caminata más tranquila, en la Ruta das Chousas, en el entorno del río Mera, donde podrás maravillarte con los molinos que hay en esa reserva natural. También en Vedra, en la ribera del Ulla, puedes perderte cualquier día de verano, si de lo que se trata es de desconectar alrededor del antiguo puente del tren o caminando por toda la ruta de San Xoán da Cova. Galicia te lo pone a tu alcance. Aunque te cueste unas cuantas agujetas subir. Por eso no debes dejar de ir a Fuciño do Porco, en O Vicedo, donde está el saliente Punta Socastro, entre las playas de Arela y San Román. Ese zigzag de vértigo merece muchísimo una excursión, pero apúrate si te apetece ir ahora, porque aquí tienes que reservar, igual que para coger el barco a las Cíes o acceder a la playa de As Catedrais, así que apúntatelo entre las prioridades de este verano.
Para puestas de sol increíbles, la del faro Vilán, en Camariñas, que es todo un icono en A Costa da Morte. Mira si no la foto que tienes en esta misma página, esa imagen merece que espabiles, cojas el coche y arranques rumbo a ese océano infinito y aproveches para recorrer las diversas rutas que pueblan ese tramo. Como tantas otras que, como espacios mágicos, llenan Galicia de cons, rochas y penedos en forma de museos naturales que exigen otra visita. Tienes una entre Vimianzo y Laxe, y otra magnífica en A Illa de Arousa. Pero no te pierdas, por favor, las otras islas, la de Sálvora y Cortegada te esperan en julio, agosto y septiembre. Es tiempo de disfrutar y de desconectar, así que no te pongas excusas. Galicia es el mejor plan.
Fuciño do Porco (O Vicedo)
Solo vecinos de la zona y personal que controla su baliza marítima conocían hasta hace un lustro el saliente de Punta Socastro, entre las playas de Abrela y San Román. Sin embargo, el zigzagueante sendero final de este paraje natural, rocoso y salvaje, se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la zona. En los meses de julio y agosto es precisa la reserva previa.
Vilán, en el horizonte desde Reira (Camariñas)
El faro Vilán, en Camariñas, primero de España con iluminación eléctrica, es todo un icono de la Costa da Morte. Su figura recortada sobre el horizonte es una estampa para el recuerdo, sobre todo vista desde Reira, playa donde con precaución, pues es mar abierto, puedes aprovechar para darte un baño. Diversas rutas pueblan este tramo de costa.
Las islas Cíes (Vigo)
Las islas Cíes ofrecen innumerables rincones donde apreciar la naturaleza en todo su esplendor. Espectaculares acantilados, recogidas playas, senderos arbolados y miradores encarados hacia el mar abierto y también hacia el interior de la ría. Las islas tienen la ventaja de formar parte del Parque Nacional das Illas Atlánticas por lo que está asegurada la conservación natural sin ningún elemento que pueda distorsionar la contemplación pura de los paisajes. Eso sí, hay que solicitar permiso a la Xunta para poder viajar en las compañía cuyos barcos parten de Vigo, Baiona y Cangas.
Os Penedos, piedras con vida (A Carballo entre Vimianzo y Laxe)
Espacio mágico en la Costa da Morte. En esta Paisaxe Protexida que son los Penedos de Pasarela y Traba, a caballo entre Vimianzo y Laxe, uno puede dejar volar la imaginación con las figuras antropomórficas y zoomórficas que pueblan este museo pétreo al aire libre, gratuito. Tiempo y viento labraron maravillas. Hay rutas señalizadas... ¡y vistas!
Paseo verde por Grañas do Sor (Mañón, Ortegal)
Al norte de la comarca del Ortegal, el municipio de Mañón ofrece al visitante una excursión formidable a orillas del río Sor, empapada del verde de su bosque de ribera y aderezado con la belleza de rincones como la cascada de Auga Caída. Y para comer, mirando ya al mar, nada mejor que un pescado o un arroz con marisco en los restaurantes de O Barqueiro y Estaca de Bares.
Isla de Sálvora (Barbanza)
Además de poder disfrutar de sus playas de fina arena blanca, la isla invita a realizar un viaje al pasado, a conocer los restos de una de las primeras fábricas de salazón, o las ocho casas que conformaban la pequeña aldea, el faro o el pazo del marqués. Cuatro de sus vecinas se convirtieron en famosas heroínas al rescatar a los náufragos del Santa Isabel.
Costa das Ondas (Ferrolterra)
Las Meninas de Canido, los edificios modernistas de Ucha o la Ruta de la Construcción Naval son algunos de los reclamos con los que Ferrol tienta al visitante, pero sería un pecado marcharse sin visitar las fabulosas playas de su comarca, que se han convertido en un edén para los amantes del surf. Desde Doniños (en la imagen) o Santa Comba, en Ferrol, hasta Vilarrube o Pantín, en Valdoviño, todas quitan el hipo.
Cortegada (Vilagarcía)
Cortegada es la isla más cercana a tierra, dentro de los cuatro archipiélagos que conforman el Parque Nacional das Illas Atlánticas. Probablemente, también la más desconocida para el gran público. Empresas como Corticata y Alvamar permiten salvar el brazo de mar que separa este espacio esmeralda del puerto de Carril. Fáciles de caminar, sus rutas son ideales para un día de calor, ya que discurren por joyas umbrías como el mayor bosque de laurel de Europa, fruto del abandono de sus antiguas huertas durante cien años.
Playa de Carnota y monte Pindo (Carnota)
Para muchos es la perfecta playa infinita, con casi siete kilómetros de largo y uno de ancho. El arenal carnotano se convierte en un lugar muy especial para dejar las huellas sobre la arena blanca y ante la atenta mirada del monte Pindo, el Olimpo sagrado de los celtas que se eleva a más de 625 metros de altura.
Ruta dos Cons (A Illa de Arousa)
Viento y oleaje han tallado en A Illa de Arousa un verdadero y caprichoso museo de granito al aire libre. Cada una de estas grandes esculturas naturales tiene su nombre y un lugar en el imaginario de los pobladores de A Illa. Con dos Tres Pés, Con de Barbafeita, Con Retellado, Con do Cocodrilo... Recorrer al completo esta ruta de sorpresas conlleva una caminata de unos siete kilómetros, perfectamente señalizada, a través de senderos de arena, tierra y asfalto, y el mar de Arousa siempre a la vista.
Barosa (Barro)
Al pie del Camino Portugués a Santiago, a su paso por el municipio de Barro, la fervenza del río Barosa es una de las referencias obligatorias para el turismo de naturaleza en la comarca de Pontevedra. Aunque con cierto grado de dificultad según los tramos del trayecto, es posible ascender a pie la ladera, que está cubierta de molinos en diferente estado de conservación y diseño. A tener en cuenta: aparcamiento a la entrada desde la N-550 y mesas para comer en el área recreativa.
Playa de As Lapas (A Coruña)
De aguas cristalinas, arena dorada y al pie de la torre de Hércules, en esta playa urbana se esconde la tranquilidad. Sus escasos 70 metros de longitud y 30 de anchura, y el entorno natural que la protege, la convierten en uno de los arenales más acogedores de la ciudad. Ideal para ir en bicicleta y muy bien conectada por el transporte público, en esta pequeña cala las vistas están aseguradas.
Santa Cruz (Oleiros, A Coruña)
Con línea directa al castillo de Santa Cruz y a la ría, en la azotea del hotel Noa en Oleiros lo único que tienes que hacer es relajarte y disfrutar de la panorámica que ofrece. Aquí el plan bien podría ser darse un baño refrescante en la piscina infinita, tomar el sol o ver uno de los atardeceres más espectaculares. Santa Cruz y todo su entorno ofrecen uno de los mejores paseos para un día de verano.
Ruta das Chousas (O Veral, Lugo)
A tan solo un cuarto de hora de la ciudad de Lugo se presenta una ruta de senderismo apta para todos los caminantes e ideal para los amantes de la naturaleza y los paisajes mágicos. La Ruta das Chousas, de unos tres kilómetros, discurre por el entorno del río Mera entre chousas, penedos y molinos. Una parada obligada para conocer más el lugar, reserva de la biosfera, es el aula de la naturaleza de O Veral.
Termas de Prexigueiro (Ribadavia)
Las termas de Prexigueiro, en Ribadavia, son una de las mejores opciones que ofrece la provincia de Ourense para disfrutar de las ventajas reparadoras y relajantes que tiene el agua termal. Con una estética de inspiración japonesa, las pozas están situadas en un paraje natural único, rodeadas por completo de piñeiros que dejan solo al descubierto el cielo, dando una vista espectacular en las noches de verano.
San Xoán da Cova, relax total (Vedra)
De Gundián, en Vedra, se puede disfrutar de las impresionantes vistas desde las alturas del antiguo puente del tren o caminando por la ribera del Ulla por la ruta de San Xoán da Cova. Once kilómetros de baja dificultad desde el mirador hasta el área recreativa de Cubelas. Una maravilla de vegetación y río.
Redescubrir el Pico Sacro (Boqueixón)
El Pico Sacro, un clásico a un paso de Santiago, en Boqueixón, se ofrece renovado este verano para conocer la mitología jacobea de sus exteriores panorámicos y ahora sus interiores, porque habrá visitas geológicas guiadas y el proyecto de entrar en sus cuevas, que por primera vez acaban de ser limpiadas.
Balcones de Madrid (Parada de Sil)
Los Balcones de Madrid son el mirador ourensano por excelencia. Sus espectaculares vistas al Cañón del Sil, en el corazón de la Ribeira Sacra, los convierten en una excursión obligatoria en cualquier época del año, especialmente en los días de sol, en los que el cielo despejado permite disfrutar de la inmensidad del paisaje. Un lugar para reconectar con la naturaleza y perfecto para sacar las mejores fotos del verano. Está en el municipio de Parada de Sil.
Praia das Catedrais (Ribadeo)
Originadas hace alrededor de 500 millones de años, las espectaculares formaciones rocosas de esta singular playa, bañada por el mar Cantábrico y declarada Monumento Natural, son visitadas cada año por decenas de miles de personas (en verano es necesaria la reserva previa). La bajamar es el momento ideal para disfrutar de ella desde abajo.