La Voz de Galicia

Gloria Trevi: «Me siento más bonita hoy que cuando tenía 20 años»

Yes

Carlos Crespo CANTANTE

Un torbellino irrefrenable, una carcajada constante, una dosis inacabable de positivismo. Una mujer de su tiempo. Un tiempo siempre por venir. Así es y así se muestra esta artista mexicana, que ayer estrenó, junto a Guaynaa, «Nos volvimos locos»

24 Jul 2021. Actualizado a las 05:00 h.

En apenas unos meses la vida de Gloria de los Ángeles Treviño (Monterrey, 1968), se convertirá en una serie. Y no es para menos. La grabará Netflix con el beneplácito de la propia artista, que incluso se ha encargado de seleccionar personalmente a la actriz que la interpretará en la pantalla. Y es que con Gloria Trevi no se juega. Y menos ahora. A no ser que ella quiera. Que suele querer. Nos atiende vía Zoom desde el otro lado del charco. Allí es de mañana. Ella luce impecable, rotunda, poderosa. Y no tarda en tomar las riendas de la charla. Con bromas constantes y sonoras carcajadas que turban la membrana del pequeño altavoz del escritorio. Este viernes estrena Nos volvimos locos, un tema que canta junto al puertorriqueño Guaynaa, que a sus 28 años se ha convertido en una de las grandes revelaciones de la música urbana latina. «Esta canción es la punta del iceberg de todo un material musical nuevo que voy a sacar a principios del año que viene y en el que habrá un poco de todo. Habrá desde pop hasta cosas más urbanas, e incluso un poco de flamenco», nos adelanta.

 

-¡Vaya!

-Sí, es que yo aprendí a cantar con música flamenca. Mi mamá me ponía canciones de Sarita Montiel y de Joselito (se arranca a cantar Jilgueros). Y tenía que hacer los gorgoritos y todo. Y si te fijas, en muchas de mis canciones hay bastantes influencias de eso. Así que dentro de ese material nuevo he incluido una canción que tiene una onda flamenca combinada también con algo de lo que es lo urbano, para tener ese beat, así, bien pecador. Es una canción muy sensual. Como yo (suelta una carcajada). Espero que les guste.

 

-Hoy vemos cómo cada semana aparecen infinidad de propuestas nuevas de artistas latinos que triunfan en todo el mundo. ¿Cuánto le deben al camino abierto por Gloria Trevi en tiempos bastante más difíciles?

-La situación ha cambiado muchísimo, es cierto. Pero yo nunca miro atrás. Para mí lo emocionante siempre es el futuro. A mí cuando me preguntan «¿en que época del pasado te hubiera gustado vivir?». ¡En ninguna! No, no, no. Nada del pasado me llama la atención. En el futuro creo que está la mejor canción que voy a sacar. En el futuro están los mejores besos que voy a recibir. Y los mejores que voy a dar (otra carcajada). El futuro es el que tiene toda mi esperanza, mi ilusión y la meta donde voy a llegar.

 

-En el 2005 hiciste una gira que titulaste «Trevolución». ¿Cuál ha sido la tuya, tu gran «trevolución»?

-Ha sido, como dice mi canción Todos me miran, no tirar mis zapatos viejos -porque forman parte de mi vida, de mi ADN-, pero me puse tacones, me vestí de reina, me pinté, y vi que era bella. Es increíble, créeme, pero me siento más bonita hoy que cuando tenía 20 años. Porque me he aprendido a querer. Y porque me gustan cosas que antes me apenaban. Mira, a mí me apenaba mucho, por ejemplo, tener la pierna gruesa. Y hoy amo mis piernas gruesas porque me han parado en tantos escenarios ... Y han aguantado chorros sin quebrarse. He cargado problemas bien cabrones y los he sostenido con estas piernas. Esa ha sido mi trevolución, el de repente, saber lo que verdaderamente importa en la vida.

 

-Un artículo publicado con motivo de tu actuación durante la fiesta del Orgullo en Madrid, en el 2019, decía que Gloria Trevi canta pop, reguetón, rancheras y boleros, pero que en realidad es una artista punk. ¿Estás de acuerdo?

-Qué curioso, porque sí que hay una parte de la cultura punk que me gusta muchísimo. Que es lo que me hace, de repente, escupirle refresco o lanzarle agua al público. Como digo en mi canción Me lloras, «soy irreverente y pacificadora, una máquina de sexo y también una señora. Casi fui tu perra, pero me volví una fiera. Tú querías domarme, pero todo dio la vuelta». Y es que aunque vaya así toda superlady tengo esa parte que me hace terminar despeinada, sin la pestaña, con la media rota... Ya en la hora de que me apasiono, no me importa destrozarme las uñas.

 

-¿Y te las sabes todas, como dices en «Ábranse perras»?

-No, no me las sé todas. Fíjate, creo que es al contrario. Siento que me las quiero aprender todas.

 

-En esa canción también dices, «qué me ves, qué me posas, si yo inventé esas cosas».

-Eso me lo enseñaron mis hadas madrinas, que es como yo llamo a la comunidad gay, a la que amo y a la que le estoy muy agradecida. Esa canción, que a las mujeres nos gusta muchísimo porque nos identificamos mucho con todo eso que digo, en realidad es una coautoría entre Gloria Trevi y la comunidad gay. Fíjate, mis públicos más fuertes son los gais, que saben lo que es ser juzgado y por eso no te juzgan, y los niños, que tampoco saben lo que es ser juzgados, y tampoco te juzgan.

 

-¿Hoy aún te sientes mirada?

-Sí. Y fíjate que cuando hice Todos me miran fue una canción bien especial. Hacía poquito que había salido de aquel escándalo. La gente me volvía a ver y yo no sabía si me veían con cariño, con desprecio, con morbo... o tal vez con una mezcla de todo. Hasta que un día fui a un restaurante donde había puro gringo, nadie me conocía. Recuerdo que iba muy bien vestida, muy arreglada, y la gente, efectivamente, se volteaba para mirarme, y pensé «tal vez me miran porque soy bonita». Esa anécdota fue una de las cosas que me inspiró a hacer Todos me miran y a decir «se dan la vuelta para mirarme y luego pensarán lo que quieran, pero primero me miran porque soy linda y porque hago lo que pocos se atreven».

 

-¿Y te sientes admirada?

-¡Aaaay, no! Ojalá fuese como en la canción que termina «todos me amarán». Pero no, no siempre es así.

 

-Da la sensación de que nunca has temido a los desafíos, ¿cuál es el más grande al que te has enfrentado?

-¿Que no tengo miedo a los desafíos? Bueno... Yo soy valiente, pero soy también una pinche miedosa. Cada vez que voy para un escenario, aunque sea para cantar una sola canción, yo estoy helada y temblando. Luego sí, salgo con toda la energía y gritando, y por eso la gente cree que no tengo miedo. Pero salgo gritando para asustar al miedo. ¿Y a qué desafíos fuertes me he enfrentado? ¡Uf! A muchísimos. Me he enfrentado a gente muy poderosa, incluso he temido por mi vida. Pero creo que mi desafío más grande es darles a mis hijos la seguridad de que su madre es la que ellos conocen y no esa de la que algunos hablan.

 

-Las actrices se quejan de que no hay papeles para las mujeres de más de 40. Muchas cantantes lamentan que llegadas a determinada edad ya no encajan en los cánones de belleza. Tú, sin embargo, presumes sin ningún tipo de rubor de tus 53 años. ¿Qué es lo más importante que has aprendido con la edad?

-Yo es que aún soy muy joven. La OMS, y esto es verídico, acaba de reclasificar los grupos de edades y ha dicho que desde los 18 hasta los 65 eres joven. Así que aún me quedan muchos años de juventud (se ríe). De todos modos, yo espero que a mí me quieran más por el alma, por las canciones y por mi manera de interpretarlas, que por el físico. Cuido mucho mi físico porque hubo gente que me pisó y nada más es para decirles «no me aplastasteis». Es más una cuestión de orgullo. Pero yo quiero que me quieran con mis canitas, con mis arruguitas..., con lo que vaya dándome la vida. Y hay una cosa que considero muy importante: a mí no me viste la edad. Hay gente que me dice «es que ya, a cierta edad te tienes que vestir de cierta manera». ¡No! O sea, si cuando era una chava nadie me dijo cómo tenía que vestir, ahora que tengo la edad que tengo y que he vivido lo que he vivido, menos me van a decir qué me tengo que poner. Y si me quiero poner un osito aquí en las chichis (se abre la chaqueta para enseñar la camiseta), pues me pongo un osito en las chichis. Y que me miren.


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