José E. Duarte, andrólogo y urólogo: «La ropa ajustada puede influir en la fertilidad»

Las cifras de infertilidad en el mundo no paran de crecer, y aunque en la época de nuestros padres solía atribuírsele la responsabilidad a las mujeres, los datos demuestran que a la hora de no conseguir un embarazo, el porcentaje de infertilidad se reparte de manera equitativa entre ambos sexos. José Duarte Novo, andrólogo y coordinador de Urología del Hospital San Rafael, asegura que «la función reproductora no deja de ser un lujo en nuestro organismo... es de lo primero que deja de funcionar cuando empeora nuestra salud»

 — Cada vez son más las parejas que tienen problemas para reproducirse, ¿es importante es el papel del hombre aquí?

—Hay un deterioro de la calidad del semen en las últimas décadas y esto repercute en la infertilidad. Antes se cargaba mucha responsabilidad a las mujeres cuando no se conseguían embarazos, pero ahora se está viendo que entre el 40 y 50 % de los casos de infertilidad se pueden atribuir a los hombres.

—¿Puede haber una mala calidad de semen y que se consiga el embarazo igualmente?

—En este caso la OMS ha establecido un parámetro. Cuando tienes más de 15 millones de espermatozoides móviles en el semen se considera que no hay problemas de fertilidad; cuando estás entre 5 y 15 millones, conseguir un embarazo puede ser complejo, pero factible. Entre cero y cinco millones, probablemente precises tratamientos un poco más avanzados.

—¿Cuál es la tasa de éxito de estos tratamientos?

— Va a depender de la técnica que se utilice: en la inseminación artificial, este valor está en torno al 15-20 % y en la fecundación in vitro puede rondar el 25 y el 30%. Este porcentaje es muy variable. La función reproductora no deja de ser un lujo en nuestro organismo, por eso es de lo primero que deja de funcionar cuando empeora nuestra salud.

—¿La calidad del semen también puede afectar la salud del feto?

—Se considera que a partir de los 25 años, la calidad de semen empieza a disminuir y a partir de los 45 a 50 años aumenta el riesgo de posibles malformaciones, aunque puede haber embarazo, por eso se recomienda hacer estudios o exámenes para asegurarse de que no habrá malformaciones o alteraciones genéticas.

—¿Así que hay que tener a los hijos antes de los 25?

—Esa es una edad ideal, pero entre los 30 y los 35, si somos personas saludables, no tendría por qué haber mayor problema. 

—¿Qué puede estar causando la infertilidad en los hombres jóvenes?

—No es una causa única. Puede tratarse de estrés, sedentarismo, hábitos de vida no saludables y también la exposición diaria a tóxicos ambientales. Estos, a veces, actúan como disruptores endocrinos y alteran, sobre todo, la formación de espermatozoides.

—¿Hay algún ejemplo de cuáles son esos tóxicos?

—Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que interfieren la acción hormonal normal de tres posibles maneras: suplantando a la hormona, aumentando o disminuyendo su nivel o bloqueándola. Estos químicos conviven con nosotros, los podemos encontrar en los plásticos, vinilos, pesticidas, jabones, champús, adhesivos, ropa plástica... E incluso las sustancias a las que están expuestos nuestros alimentos terminan afectándonos a nosotros.

 —¿En el caso de los suplementos alimenticios, también nos pueden afectar?

—Algunas sustancias como las proteínas pueden no tener efectos secundarios, aunque faltan estudios sobre ello. Lo que sí está claro es que los anabolizantes, que se toman para obtener un desarrollo muscular mucho más rápido y notorio, sí pueden afectar a la producción de espermatozoides igual que puede influir también en la potencia sexual o causar disfunción eréctil.

—También se habla de factores «modernos» como la tecnología o la ropa apretada...

—Hay estudios que mencionan que la radiación del móvil y de los dispositivos electrónicos, o el hecho de llevar la ropa muy ajustada, influyen negativamente en la fertilidad, así como también el estrés, la obesidad, el tabaco, el alcohol o la vida sedentaria. No es un factor único. Solo llevar el pantalón apretado no va a generar una mala calidad del semen, pero eso asociado a otros factores, sí que influye negativamente, claro. Aunque, insisto, hay causas mucho más importantes que esas, como pueden ser los cambios hormonales intensos, personas que sufren de tiroides, diabetes u obesidad.