La Voz de Galicia

Matías Abonjo, propietario de Animalia: «Una boa en la selva puede llegar a matar a un niño, la que te vendemos nosotros, no»

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ALEJANDRA CEBALLOS LÓPEZ PROPIETARIO DE ANIMALIA

«Cualquier animal sin cuidados puede ser peligroso», señala  desde su negocio de Vigo. «Pero los que se venden en las tiendas están domesticados», matiza

29 May 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Normal que nos asuste la idea de tener la boa de nuestros vecinos rondando por las tuberías de la comunidad, pero, como apunta este experto, cuálquier animal en estado salvaje, o sin vacunar puede ser un peligro potencial para nosotros, o para animales de su misma especie. ¿Qué se lleva en el mundo de animales exóticos? Matías responde.  

—¿Cuál es el animal que más buscan los clientes?

—Hay de todo: aves, peces, reptiles, roedores... Depende del cliente. Si se trata, por ejemplo, de unos padres que le quieren dar a su hijo el primer acercamiento a lo que es cuidar una mascota, suelen buscar conejos o roedores; pero si es una persona con interés especial, suele querer algo más específico, como los reptiles.

 

—¿Qué cuidados suelen necesitar?

—Los reptiles son los que necesitan cuidados más especiales. Al tener sangre fría, necesitan bombillas de calor que imiten la luz del sol. A mayores, la comida también es mucho más específica. Pero, con cualquier animal, al final, lo importante es que tengas tiempo para dedicárselo y que asumas la responsabilidad de tenerlo bien, al fin y al cabo son seres vivos.

 

—¿Algún animal que llame la atención?

—Tenemos unos pájaros que son los papilleros, es decir, te los damos desde muy chicos y tú los alimentas con papilla. Al principio, requieren mucha dedicación (porque los cuidas como si fueras su padre), pero luego pueden estar sueltos en casa como un perro. La gente con más experiencia incluso los saca a volar fuera. Con las precauciones necesarias, claro.

 

—¿Hay una cantidad máxima de animales que se pueden tener?

—Claro, actualmente hay una regulación de núcleos zoológicos. No puedes tener los animales que quieras —de manera legal— si no reúnes una serie de requisitos, como las instalaciones acordes a ellos y su tamaño. Depende del espacio que tengas en casa.

 

—¿Los tenéis controlados?

—Como tienda estamos obligados a tener una trazabilidad de las mascotas desde que nacen. Por ejemplo, un pájaro debe tener una anilla y documentación de cómo ha nacido (si fue un criador, o si nosotros reprodujimos a sus padres en la tienda); y, a la hora de venderlo, tomamos los datos del nuevo propietario.

 

—¿Sirve para algo esta trazabilidad?

Sí, si hay algún accidente o si se pierde, es posible saber quién es el dueño de ese animal. El problema es que la nueva ley animal va a limitar o ilegalizar lo que hasta ahora era legal y ahí no sé lo que pasará. La ley tiene cosas que son buenas, pero otras complejas. Por ejemplo, ya nadie podrá tener reptiles de más de dos kilos. Nosotros no sabemos qué ocurrirá con una iguana que tenemos desde hace siete años. Está domesticada y nosotros somos sus compañeros de vida, sería difícil que se adaptase a otro hábitat. Esta circunstancia puede favorecer que ocurran casos como el de Ferrol, pero intencionados, porque habrá gente que prefiera evitar multas y actúe irresponsablemente soltando a sus animales.

 

—¿Es común que ocurran casos como el de Ferrol?

—Es muy poco común. Son animales que suelen estar en terrarios, con llave. Es imposible (al menos muy complicado) que ocurra. Además, una boa que sale de la tienda, va con chip, y el dueño no podría abandonarlo, porque se sabría a quién le pertenece.

 

—¿Las boas son tan peligrosas como se piensa?

—Es muy relativo. Cualquier animal con infecciones o en estado salvaje puede ser peligroso. Los gatos, para que te hagas una idea, son los animales que —después de las ratas— más infecciones producen a los humanos. La pregunta es: ¿son peligrosos? El de casa no. Es un ejemplo para decirte que cualquier animal sin cuidados puede ser peligroso. Es decir, una boa constrictor en medio de la selva puede llegar a matar a un niño, pero una de las que te vendemos nosotros, no; porque está domesticada y nació en cautiverio, sin infecciones y acostumbrada a la gente.


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