22 Jul 2023. Actualizado a las 10:03 h.
Para quienes sostengan la tesis de que los tiempos avanzan por carreteras equivocadas, puede ser interesante recurrir a YouTube para revisar un programa de televisión que se emitió en los 90 presentado por Bertín Osborne y titulado Contacto con tacto. El formato adaptaba un original de la cadena Fox y emparejaba mujeres con hombres tras un interrogatorio inenarrable del cantante en el que ellas eran presentadas como «cañones» que acudían al plató «muy discretas ellas» para responder a preguntas tipo: «¿Si te pega el gatillazo uno qué haces?». Vistos los atributos comunicativos de Osborne, resulta muy curioso que unos años después y durante un tiempo que parece superado se hubiese convertido en el amable entrevistador al que todos querían visitar en su casa, de manera que sus mansiones y sus cocinas eran la trastienda por la que discurría una forma de entender la política y el mundo.
En estos días agitados, el estruendo electoral ha convivido con un terremoto personal del comunicador, que a los 69 años será padre por séptima vez con una mujer con la que al parecer no mantiene una relación estable. El incidente sería uno más de los que alimentan el circuito de eso que se llama prensa rosa si no fuese por la cantidad de vestigios que la peripecia deja sobre la consideración real que muchas mujeres siguen teniendo en algunos entornos que las presentan como arribistas que utilizan el sexo para medrar en la escala social. Hay unas declaraciones del cantante, esas de «ella no me ha querido cazar», que no provienen de la hemeroteca, sino que son puro presente y que actualizan los marcos de la jungla 2.0 en la que ellos siguen siendo víctimas y ellas arpías en tanga que engañan con la luz apagada. Algo extraño pasa en estos nuevos años veinte.