La Voz de Galicia

Berta Vázquez, actriz: «Ni pienso ni consumo ni me afecta lo que comentan los demás»

Yes

La actriz, Berta Vázquez, en el festival de MálagaLa actriz, Berta Vázquez, en el festival de Málaga

Regresa con «Un hipster en la España vacía» y nos cuenta cómo ha sido el rodaje, que está «outside» de lo que digan de ella. También habla de sus ídolos: «Tarantino es de mis favoritos»

31 May 2024. Actualizado a las 09:23 h.

Berta Vázquez (Kiev, 1992) nos recibe en plena promoción de la película Un hipster en la España vacía, dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, conocido por Ocho apellidos vascos o El otro lado de la cama.

—¿Cómo ha ido el rodaje?

—Muy bien. Ha sido una experiencia muy bonita. Sobre todo, por poder trabajar con Emilio. Respeto mucho su trabajo. Y luego también fue chulo estar en un pueblo. Fue como una especie de retiro espiritual porque no había nadie. El rodaje fue muy agradable, porque teníamos el pueblo para nosotros.

—Fue en Teruel, ¿no?

—En la comarca de Matarraña. Eran dos pueblecitos muy chiquititos y nos íbamos moviendo. El trabajo fue muy tranquilo, como el reparto. Tito Valverde o Miguel Rellán son una maravilla de personas. Fue muy chulo.

—¿Qué sensación te da llegar a un pueblo en el que apenas hay gente o del que todo el mundo se ha ido?

—La primera semana fue un poco de shock. El cambio de llegar de una ciudad a un sitio donde hay silencio y poco más. A mí la naturaleza me encanta. Pero es verdad que ahí no había estímulos externos. Había un bar en la plaza y una farmacia que abría dos horas al día. Al principio, notas el cambio, pero luego te acostumbras. Además estábamos en un hotel muy chulo, que era un antiguo convento. Y era muy familiar el ambiente. Como era principios de verano, era muy agradable.

—¿Eres más urbanita que de pueblo?

—Soy más de playa que de montaña. Y más de playa que de ciudad. Vivo en la ciudad porque soy joven y tengo que trabajar y las cosas que me gusta hacer están en la ciudad, pero donde me da regusto estar es en sitios de playa, tipo Ibiza. Si puedo, siempre estoy cerca del mar.

—¿Tu nombre es Birtukan Tibebe?

—Berta también es mi nombre. Son los dos. No me lo cambié ni fue ninguna estrategia. Tengo un nombre africano y, luego, toda la vida me han llamado Berta.

—Eres española e hija de etíope y de ucraniana, ¿cómo se vive con este amalgama de culturas?

—Bien, normal. No es nada particular. Es la mezcla que me ha tocado, pero no es nada especial.

—¿Hablas esas lenguas?

—No, el etíope en realidad es arameo. Y en Etiopía se hablan 80 lenguas y como no he crecido allí, pues no lo hablo. Hablo español, inglés y ucraniano lo que recuerdo, porque he crecido en España.

—¿Cómo estás viviendo la guerra de Ucrania?

—Prefiero no meterme mucho en comentar nada. No siento que tenga nada que decir al respecto. Como cualquier persona que tienen empatía y que entiende lo que es una guerra. Pero, en realidad, a quien afecta es a las personas que les está pasando. Con lo cual, no tengo derecho a decir mucho porque sería muy hipócrita.

—Tu aparición en los Goya creó mucho revuelo en las redes sociales por tu cambio físico, no sé cómo te sentiste.

—Tampoco tengo mucho que comentar al respecto. Lo siento muy ajeno a mí. No le presto nada de atención a ese tipo de cosas. No vivo pendiente del exterior. No me afecta. En ese sentido estoy muy outside. La gente da por hecho que una persona por ser actriz o actor vive sumergida pensando en qué comentan los demás. Yo, personalmente, ni pienso en ello ni consumo ese tipo de información ni me afecta. Y no tengo mucho más que comentar. No va conmigo. Me dedico a trabajar y el resto del tiempo pienso en otras cosas.

—¿Qué es lo que te gusta hacer en tu día a día?, ¿con qué disfrutas?

—Disfruto trabajando. Me gusta mucho trabajar en proyectos paralelos que me interesan. Soy muy inquieta y siempre estoy creando o escribiendo algo.

—¿Con quién te gustaría trabajar que aún no lo hayas hecho?

—En España con Alberto Rodríguez. Me gusta mucho. Y en general, Tarantino es de mis favoritos.

—¿Lo has podido conocer?

—Ojalá, ¡madre mía! Pero he conocido a gente que ha trabajado con él y que me han contado anécdotas.

—¿Y de qué tiene fama?

—Ay, ni idea. No analizamos el carácter de la persona. Fue más desde la admiración como artista y como genio.


Comentar