Anxo Martínez, cerrajero: «No es bueno dejar las llaves puestas por dentro de casa»

 Anxo Martínez Martínez (A Coruña, 1971) lleva 15 años ejerciendo este oficio, aunque la pasión por las cerraduras le viene de niño. «En el colegio, mientras mis amigos jugaban al fútbol, yo me dedicaba a abrir candados», confiesa este profesional de las cerraduras, que asegura que la seguridad no depende solo de las cerraduras. «Puedes tener una supercerradura, que como la puerta sea fácilmente apalancable, estamos perdidos», señala el propietario de Anxo Cerrajeros, en A Coruña. 

—¿Es bueno dejar las llaves puestas por dentro de casa?

—No, porque si te pasa algo, te caes al suelo, por ejemplo, y quiere entrar un familiar, si no tienes un bombillo específico, no puede.

 —¿Hay cerraduras que sí lo permiten, no?

—Sí, son bombillos de doble embrague, pero si es uno normal, que son los de la mayoría de las casas, no se puede abrir por fuera. Son más modernos, yo los aconsejo en caso de personas enfermas o encamadas, que tengan la costumbre de dejar la llave puesta.

 —¿Cuáles son los más difíciles para los ladrones?

—Lo más difícil es una puerta acorazada. Es muy importante la puerta, no en sí la cerradura. Tú puedes poner una supercerradura, que como la puerta sea fácilmente apalancable, estamos perdidos.

 —¿Acorazada es blindada?

—No, blindada es la normal, la que hay en cualquier piso que tiene los pasadores normales, y el marco es de madera. La acorazada es completamente metálica, no lleva nada de madera, ni el marco. A veces, como la gente pide que se parezca a la madera, o se hace por cosas de la comunidad, se parece, pero es metal. La clave es mirar el marco de alrededor de la puerta: si es una chapa metálica, es acorazada. Mucha gente las está poniendo, y creen que están muy seguros; y sí, la puerta es buena, pero si no le pones un escudo protector ni un bombillo adecuado, estamos en las mismas.

 —Hay que poner todo en conjunto...

—La mejor puerta del mundo con un mal protector y una mala cerradura no sirve para nada, y al revés, tampoco.

—¿Cómo entran los ladrones: con una tarjeta, desmontando la cerradura...?

—En la mayoría de los casos, van arriba de todo del edificio, los robos suelen ser por las mañanas, que saben que la gente está trabajando, y van probando si la puerta no está cerrada con llave, si no está pasada... Es que hay una cosa, pueden tener la mejor puerta y todo perfecto, pero luego no cierran con llave, y se van a comprar el pan.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

 —¿Es clave pasar la llave?

—Siempre, aunque vayas a por una barra de pan. Una cerradura no sirve para nada si no está pasada. Es muy fácil entrar, aunque sea la mejor puerta del mundo.

—¿Hay diferencia entre pasar una o dos vueltas?

—Ninguna, aunque la gente cree que sí. Si el ladrón consiguió girar el cilindro, da igual, lo va a hacer una segunda vez. Me dice mucha gente: «Es que yo tengo muchos pasadores». Aunque tengas cien, con un giro de llave, los cien entran para dentro. Por eso, yo aconsejo cuando se pone una puerta acorazada, poner dos cerraduras independientes, porque si te abren una, aún tendrían que abrir la otra, ya es más tiempo, más ruido... Más complicado. Cuando metes varias estás comprando tiempo y complicación. No es igual abrir una que tres.

—¿Dos cerraduras con llaves independientes?

—Sí, claro, aunque hay gente que prefiere tener tres cerraduras con la misma llave. Son independientes, pero las hacemos funcionar con la misma llave para no estar cambiando. Pueden abrir una, pero la siguiente no la abren tan fácil, aunque sea la misma combinación. Lo más importante es cerrar con llave, aunque una alarma ahora mismo también estaría bien, mucha gente no la quiere por las mensualidades. Lo que está más inseguro, eso está claro, son los chalés, ahí sí que no hay nada que hacer. Una cerradura no sirve para nada, entran por las ventanas. Y si dices de poner rejas, dicen que queda muy feo.