La Voz de Galicia

Los alumnos de Sada que ganaron las olimpiadas de Teleco

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MARTA REY /  S.F.

El diseño de un punto limpio automatizado fue el proyecto que presentaron desde el IES Isaac Díaz Pardo y que les llevó a hacerse con la victoria a la mejor propuesta técnica

05 Jul 2024. Actualizado a las 13:11 h.

Después de que llegase por casualidad publicidad de las II Olimpiadas Nacionales Teleco Games al correo del centro, Patricia Iglesias —profesora de Tecnología e Ingenería de bachillerato en el IES Isaac Díaz Pardo— decidió proponer a sus alumnos que se presentasen con un proyecto. «Miré las bases y encajaba con el propósito de la asignatura. Se lo comenté al alumnado para ver si les parecía bien porque iban a necesitar tiempo después de clase para trabajar en él. Todos se animaron y me dijeron que sí», explica Patricia. Algo que comenzó como una actividad extra para profundizar en la materia que imparte terminó con el premio al proyecto con la mejor propuesta técnica y otro para la docente. «Primero ganamos la fase local y después la nacional, donde además de premiar el proyecto también lo hacían con el profesor», explica. Pero Patricia también destaca lo mucho que le ha sorprendido el trabajo realizado por sus alumnos. «Tengo que decir que este año me tocó un grupo muy trabajador. Creo que no se va a volver a repetir esto de tener una clase tan comprometida, aunque ojalá que sí. Tuvieron muchas ganas de echar horas extra y lo hicieron de diez», dice orgullosa.

Un punto limpio

El objetivo de estas olimpiadas es crear proyectos relacionados con las Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la Agenda 2030. Este año, tenían que estar relacionados con la salud, el bienestar y las telecomunicaciones. Tanto a Patricia como a sus alumnos se les ocurrió la idea de desarrollar un punto limpio automatizado para fomentar el reciclaje entre la sociedad. «El punto limpio tiene sensores infrarrojos para que las tapas se levanten automáticamente cuando te acercas y no tengas que manipularlas, y sensores de luz para hacer que sea más fácil acceder de noche. En cuanto a la parte de telecomunicaciones, implementamos un sistema que, cuando detecta que los contenedores están llenos, manda un mensaje al encargado de la gestión del punto limpio para vaciarlos, haciendo que siempre haya sitio en el interior», explica.

Además, el grupo quiso integrar una parte con inteligencia artificial para poder reconocer caras y distinguir qué se tira al contenedor. «Queríamos que al reconocer la cara del alumno que depositara los residuos, se generara un sistema de puntos para que los pudiera canjear en la cafetería del centro. Incluso entrenamos a la IA para que reconociese residuos. Por ejemplo, si detecta que estamos tirando una pila, que se levante la tapa del contenedor de pilas», afirma. Pero no quieren que esto se quede en un simple proyecto, sino que pretenden implantarlo en el patio del instituto. La idea fue desarrollada poco a poco a lo largo del año por Patricia y sus chicos. «Lo planteamos en distintas fases porque teníamos que intercalar el proyecto con las clases teóricas. No fue un trabajo continuo, pero intentamos darle una sesión a la semana», confiesa.

Este proyecto no solo les aportó un premio económico, sino que, según su profesora, los alumnos han podido madurar como personas. «Aprendieron a trabajar en equipo y a organizarse porque creamos pequeños departamentos. Se ayudaban entre todos, pero cada uno se dedicó a una parte en especial. Esa forma de hacer las cosas son aprendizajes que te hacen crecer como persona», afirma. A pesar de ser química de profesión, Patricia dice ser ingeniera por vocación. Algo que, gracias a este proyecto, hizo que en sus alumnos se despertara el interés por estudiarla. «Telecomunicaciones igual no, pero otra ingeniería sí que quieren. Animo a todos a estudiarla porque tiene es una carrera muy versátil. Sobre todo a las chicas, que por desgracia hay muy pocas. Seguiré haciendo campaña», afirma.


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