Entramos en la terraza con las mejores vistas al mar de Galicia

Entramos en nueve de las mejores terrazas marítimas de Galicia. Lo son con sol, con sombra y hasta con nubes. No sabrás adónde mirar, porque su paisaje te alimentará el alma. Si encima lo acompañas de un sugerente cóctel y de una buena mesa, ¿se puede pedir más? Pellízcate, porque estás en el paraíso

O Pirata (Alcabre, Vigo)

Cerca pero al tiempo al margen del bullicio de Samil, en la coqueta playa das Fontes, se levanta, a un par de metros sobre la arena este emblemático e informal chiringuito, destino perfecto para quienes buscan disfrutar de sus maravillosas vistas a las Cíes o sus soberbios atardeceres, pero también para quienes ansían combinar una caña, un cóctel o una sangría con el goce de la música en directo, el arte y la cultura. Al frente de O Pirata está, desde el 2011, Elena de Frutos, mujer comprometida con la diversidad y con el respeto. También con los animales, que allí siempre son bienvenidos. Su oferta de cocina se centra en tapas, burguers y ensaladas. Y en la de bebidas sobresalen sus sangrías: de vino tinto, blanco o de espumoso. O Pirata abre de martes a domingo, de 16.30 a 01 horas.

Los Tres Monos (Aguete, Marín) 

Una imagen vale más que mil palabras, y esta estampa de Los Tres Monos de Aguete, en Marín, habla por sí sola. Pero es que además de sus increíbles vistas y puestas de sol, este local ya es un clásico del verano por muchas más cosas. Por el ambiente, por la música en directo y por su comida fusión. Da igual a la hora que vayas, siempre es un lugar para perder la vista en el Atlántico. Desde que Fernando Fernández y Rubén Paz abrieron las puertas en plena pandemia no han parado. Dos años después se instalaron también en Samil (Vigo) y ahora acaban de inaugurar Vacaloura, en la playa de Portocelo, también en Marín, y con una apuesta más tradicional: «Queríamos tener un local con cocina tradicional gallega», dice Fernando. Eso sí, todos ellos tienen un común denominador, unas vistas increíbles y unas terrazas para disfrutar del buen tiempo y de la playa.

Marina Cíes (Samil, Vigo)

En el eje central de la playa de Samil y separada de ella solo por el paseo peatonal se levanta este complejo orientado al ocio y la restauración. De entre sus múltiples espacios sobresalen por su concurrencia y popularidad la terraza ubicada a pie de paseo y, sobre todo, la que alberga la azotea del edificio, donde se ubican las hamacas y las camas balinesas. Todo ello presentado con una exquisita y confortable decoración al más puro estilo chill out. Marina Cíes Beach Club abre sus puertas a las 9 de la mañana y se mantiene ininterrumpidamente en servicio hasta la medianoche (una hora más el fin de semana). Su restaurante ha incorporado este año dos servicios nuevos: el de pizzas napolitanas en horno de leña y el de sushi. Mantiene además sus platos clásicos, entre los que sobresalen los arroces. En cuanto al beber, destaca su oferta de coctelería y de combinados.

Asteria (Caión)

Un cuarto de siglo ha cumplido este año el Asteria Beach Caión, en A Laracha. Su privilegiada ubicación, en uno de los vértices de la playa y con una terraza sobre el paso marítimo, a modo de balcón y mirador sobre el Atlántico, es uno de sus principales atractivos. A ello hay que añadir su desenfadado y acogedor ambiente, en el que confraternizan aficionados al surf, lugareños y visitantes. Y, por supuesto, su oferta gastronómica. La Guía Repsol, que les ha concedido varios soletes en los últimos años, destaca del Asteria —estrella de mar, en la mitología griega— sus tapas generosas —de raxo, de pastel de cabracho en dos salsas, de croquetas…— y una carta de ensaladas muy amplia. Presumen de ser también asiento de primera fila de uno de los últimos y más espectaculares atardeceres de Europa.

Galifornia (Tulla, Bueu)

Galifornia Beach Bar, ubicado en la increíble playa de Tulla, es el chiringuito todoterreno. El imprescindible que te resuelve la media mañana, el mediodía, la tarde y hasta la noche. Porque además de sus fantásticas puestas de sol, este local es de los que se montan la fiesta ellos solitos y son capaces de hacer una sesión vermú, un tardeo o una sesión más nocturna en menos que canta un gallo. Para que te hagas una idea, en lo que va de verano ya han actuado en este chiringuito tan molón Bruno Baw DJ, DJ Casiopro y Cristian Penelas. Y aún queda agosto. No dejes de probar alguno de sus cócteles y su rica comida. Sabrás que has llegado al paraíso.

Chiringuito de Pichu (Doniños, Ferrol)

En realidad, su denominación oficial es O Alpendre, si bien todo el mundo lo conoce por el apodo de su dueño. El de Pichu, situado al pie mismo de la playa de Doniños, es uno de los pocos chiringuitos de Galicia en servicio todo el año. «En verano abro todos los días. Y en invierno, si veo que hace un día bueno, también», comenta su propietario. Y bien que se lo agradecen los aficionados al surf, entre los que está el propio Pichu. La presencia de un secadero de trajes y un colgadero de tablas en la parte de atrás del chiringuito ya deja entrever claramente su atención a esta clientela. En su oferta gastronómica, «poquitas cosas pero buenas». Al mediodía: tortillas, ensaladas, ensaladilla, croquetas y, cada día, un plato. «Pueden ser unas albóndigas, un marraxo, unos espaguetis...». Y por la noche, bocatas o alguna ración. El chiringuito de Pichu abre a las 9.30 horas y se recoge cuando anochece.

Chiringuito de Espiñeiro (Mera, Oleiros)

La terraza de este chiringuito situado en la playa de Espiñeiro es casi tan cotizada como el propio arenal. No se aceptan reservas, pero tampoco hace falta gracias a la enorme rotación de gente que decide comer en ella disfrutando de unas vistas de excepción. «Tiene una capacidad muy grande, para 140 personas, y una carta corta que nos permite ser muy rápidos. Hacemos cosas sencillas que nos permiten atender rápido para que luego la gente se pueda ir de nuevo a disfrutar del sol», dice su responsable, Andrés García. Croquetas caseras, ensaladilla, chipirones, milanesas, parrochitas y ensaladas centran las propuestas de este local que resulta perfecto para que sigas sintiéndote en la playa durante la parada técnica para comer. Por la tarde, el espacio vuelve a estar a tope para disfrutar de la puesta de sol hasta el cierre del chiringuito, que es a las diez de la noche.

Chiringo Surf As Furnas (Porto do Son)

Los desayunos saludables son uno de los platos fuertes de este local con vistas de cine que reposa sobre la playa en la que se grabó «Mar Adentro», la salvaje As Furnas, y que abre al público en un maratoniano horario, de 9 de la mañana a 11 de la noche. Ya han hablado de él hasta en varias revistas turísticas alemanas, dice su gerente, Manuel Tomé, que tampoco hace reservas en su terraza de 30 mesas porque apuesta por la agilidad de un servicio basado en propuestas sencillas, como «snacks», bocadillos, sándwiches, hamburguesas caseras o raciones. Este año han impuesto la prohibición absoluta de fumar en toda la terraza.

Oceánico, A Coruña

Es una de las vistas más espectaculares de la ciudad. La terraza de Oceánico se levanta sobre el mar y muestra de un lado la zona de San Roque y del otro la fachada marítima de A Coruña, con la torre de Hércules de frente. Dividida en dos zonas, la superior permite tomar o picar algo en primera línea, en un servicio en el que destacan desde las cañas hasta la más variada coctelería (de lunes a jueves de 17 a 22 horas y hasta las 23 los viernes, sábados y domingos). Por su parte, la inferior ofrece servicio de restaurante de jueves a domingo para comidas y cenas. Si bien la superior no admite reservas, la inferior sí. De hecho, cuenta su gerente, Luis Diz, que hay dos noches en las que la gente apura especialmente para reservar mesa, la de San Juan (24 de junio) y la de la batalla naval (el 16 agosto) para disfrutar de los fuegos artificiales. Además, los domingos a partir de las 18.30 horas celebran eventos con dj.