La Voz de Galicia

Pablo Seivane repartió 160 millones de euros en el Sorteo de Navidad del 2023: «Este año los primeros en agotarse fueron los números raros»

Yes

MARÍA VIDAL LOTERO

La lluvia de millones que dejó el segundo premio ha provocado que este año haya una cola continua para hacerse con un décimo de esta administración coruñesa. «Está siendo una locura», dice Pablo

14 Dec 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Fue repartir más de 160 millones de euros el pasado 22 de diciembre y desatarse la locura en la calle Rúa Nova de A Coruña. Desde hace unas semanas, pases a la hora que pases, hay cola delante de la administración de lotería número siete, el Filón de Oro. Pablo Seivane, su propietario, lo confirma: «Da igual que cierres más tarde, sigue habiendo gente, al llegar, ya hay personas esperando. Incluso el domingo 8, que a priori, piensas que va a ser de poco trabajo, fue terrible», confirma este lotero, que tiene la sensación de que este año también habrá lluvia de millones.

 —¿Cómo ha influido el premio del año pasado en este?

—Nosotros todos los años estamos subiendo, estamos apostando por la venta telemática también, y eso da un empujón bastante fuerte. Pero lo del año pasado fue insólito. Además de ser un premio bueno, muy sonado, fue muy repartido, y quieras que no, a la gente la hace más partícipe. ¿Si se notaron las ventas? Una burrada. Creo que se doblaron prácticamente las del año pasado. Desde principios de año, porque lo de Reyes fue una locura, empezamos a tener más gente, dimos varios premios fuertes durante este año, y esto ha llevado las ventas a un rango que no damos abasto.

 —Pases a la hora que pases, hay cola.

—Todos los días. Este fin de semana fue increíble, no dábamos abasto, llegó un momento en que teníamos que pedir auxilio, porque no podíamos ni respirar. Es cola, cola, cola, y nunca ves que va a menos, siempre es la misma. Desde aquí ves que llega a detrás de los contenedores. Nosotros abrimos a las 8.30 horas y es raro que no haya gente, pero es que los festivos, que abrimos a las 10 horas, también tienes gente esperando, y por la tarde, lo mismo... Te vas tarde, cierras más tarde, da igual, sigue habiendo gente. El otro día pensamos que al ser domingo habría menos gente, y qué va... Es lo mismo.

 —¿Es gente de siempre, gente nueva?

—Hay gente de siempre, también nueva, luego se juntó que fue el partido del Deportivo con el Zaragoza, y vino mucha gente de allí. Yo creo que la ciudad está experimentando un cambio, los fines de semana empieza a haber mucha gente de fuera, la hostelería funciona muy bien, el tiempo acompaña, y la verdad es que es una gozada. Fue un fin de semana espectacular.

 —¿Pero esa gente que viene de fuera os identifica por haber vendido el premio del año pasado?

—Sí, sí, mucha gente sí, alguna porque incluso llevó premio, y otras, por el boca a boca.

 —¿Cómo recuerdas el día del año pasado?

—Fue algo muy inusual. Estábamos con los papeles cogiendo los números de la lotería, y lo que hacemos normalmente es apuntar las terminaciones para saber las empresas que lo llevan, y dije: «Es bonito, ese número me suena». Y fue decir «me suena», y cuando levantamos la cabeza de la mesa, esto estaba lleno de periodistas. Ya no nos dio tiempo a decir: «Fuimos nosotros».

 —¿Te ha venido gente después de ese día a agradecerte o contarte su historia?

—Sí, sí, hay un montón de historias, date cuenta de que ese número fue tan repartido, el 99 % lo repartió Gatocan y Amas de Casa, las participaciones eran pequeñitas, muy poca gente se llevó el número entero, entonces le tocó a un montón de gente. Y un montón de gente tiene amigos a los que les tocó. Fueron 160 millones de euros. Un segundo premio.

 —¿Conoces personalmente a alguno de los ganadores del año pasado? ¿Les ha cambiado la vida?

—A muchos. No, les ha cambiado la vida, pero a alguno le arregló el año. Un día, hablándolo con un cliente, me decía: «Hay gente que no cobra 25.000 euros, una nómina normal no genera ese dinero al año». Para lo que unos es «bah, 25.000 euros», a otros les ha arreglado el año. Hay gente que tenía problemas para encontrar residencia para su padre, y ya la tiene. O tenía un hijo que iba a estudiar, y ya lo tiene colocado. Hay un montón de cosas del día a día que no les damos importancia... que no veas tú lo que solucionó.

 —Supongo que a estas alturas ya se habrán terminado muchos números, ¿cuál fue el primero en agotarse?

—Hay números que no salen a la venta, que se llevan las empresas de siempre, pero date cuenta de que podemos ir un 40 % por encima del año pasado, con lo cual, los números han volado. Gatocan en mes y pico ya lo tenía ventilado el número entero. El año pasado había llevado una parte, este lo llevó entero y no le duró nada. Amas de Casa llevó una parte y no le llegó a nada; Básquet Coruña, tampoco; la ONCE, tampoco, la concellería de Deportes... Hay un montón de números que se han acabado. Y gente que te viene preguntando: «¿Vais a tener más?». Es que es imposible, se acabó el número.

 —¿Suelen pedir números concretos o el clásico de «dame uno para Navidad»?

—Hay de todo, puede que te pidan un número concreto, pero la gran mayoría, y de un tiempo a esta parte más, se van a números raros. Normalmente, cogen varios y luego te dicen: «Dame este». Los raros fueron de los que primero se acabaron este año. Números bajitos, que tienen tres cifras, o que tienen cuatro o cinco cifras iguales... Los que antes se desechaban para el final ahora se van igual que los otros.

 —Dices que casi al día siguiente ya se empezó a notar en un mayor número de clientes...

—Sí, nosotros tenemos más o menos una estadística de clientes, y este año a estas alturas llevamos casi 30.000 personas más que el año anterior, que cerramos con cerca de 175.000 solo por mostrador.

 —¿Se vende más en mostrador o telemático?

—Subió todo. Subieron las empresas, damos un servicio telemático muy bueno, y mostrador, y la gente que se ha interesado, porque la publicidad tira mucho.

 —¿El último día vendes mucho?

—Se vende todo lo que tengas, lo que te dé tiempo a vender ese día. Ya está todo vendido, pero siempre viene alguien con el «¿qué te quedó?», y se lo lleva.

—Y más allá de la Navidad, ¿fue un año bueno?

—Sí, tuvimos pequeños premios de la Bonoloto, y acabamos de dar uno en octubre de 1,2 millones, también de la Bonoloto.

 —¿Estás preparado para otra lluvia de millones?

—Yo estoy convencido. Tengo la intuición de que vamos a hacer algo bueno. ¿El qué? ¿Cuánto? No lo sé. Pero creo que algo bueno va a ir.

 —¿Puede la presión o las expectativas de poder volver a ser la afortunada?

—Nooo. Llevas muchos años en esto, y sabes que hay rachas muy buenas, y otras que no las tienes tan buenas. Llevamos unos años muy, muy, muy buenos. Cuanto más vendas, tienes más probabilidades, aunque no significa que lo vayas a dar, pero todo ayuda.

 


Comentar