«No necesito nada extraordinario, sólo quiero entrenar a gusto»

A CORUÑA

El actual campeón olímpico y del mundo lamenta el escaso apoyo que recibe desde la Xunta: «Si desde el Gobierno gallego no me apoyan...», dice

07 oct 2007 . Actualizado a las 02:23 h.

David Cal apura sus últimas horas de vacaciones antes de comenzar una temporada apasionante y difícil. Ante sí, el reto de lograr dos medallas de oro en Pekín. Casi nada. A pesar de ello, se ha visto envuelto en la polémica con la Dirección Xeral para o Deporte, al decidir junto a su técnico, Suso Morlán, entrenar al margen de las instalaciones autonómicas. Un conflicto que se arrastra de la última campaña.

-Después del Mundial de Alemania, me dijeron en la Xunta que querían hablar conmigo y solucionar los problemas. No hemos hablado. Sé que fueron de la federación, pero también sé que no nos dan lo que nos prometieron. Al volver del Mundial también hablé con Touriño, con el que coincidí en el Príncipe de Asturias. Me dijo que había que arreglarlo todo. Pero la cosa está como está. -¿Pero qué problemas tuvo usted con los responsables de deportes del Gobierno gallego? -No tengo ni idea. Se encerraron en sí mismos y... no quieren rectificar. Los problemas empezaron porque no nos dejaron entrenar a gusto en el Centro de Tecnificación de Pontevedra. No nos dieron ninguna facilidad para entrenar. Luego decidimos irnos. Telmo (director del centro), se tomó a coña nuestra advertencia. Pero nos fuimos. -Habla de que no le pagaron un dinero que les deben. -Después del cambio de Gobierno, en una reunión con más gente, nos dijeron que mantenían las ayudas que nos iban a dar los anteriores. No cumplieron. -Pero lo del dinero no fue el único problema. -En el centro no nos permitieron entrenar a gusto. A veces, teníamos las instalaciones cerradas. Un día estaba en la sala de fisio y vino un conserje enviado por el director para decirme que no podía estar allí. Luego, dijeron que podía usarla por la tarde. Otro día, fui por la tarde, y nos dijeron que en la sala de sauna. Así un montón de cosas. -¿Por qué? -Ni idea. Yo creo que no le debo nada al director del centro. Si tiene algún problema conmigo que me lo diga. Yo lo que necesito es paz. Si vamos a estar en conflictos, mejor irnos y evitar entrenar un día bien y otro mal. Al final, cuando te das cuenta, acumulas un montón de días entrenando a disgusto y eso se nota. Yo ando porque entreno. Si no entreno, no ando. Y para andar hay que entrenar a gusto, es la base de los resultados. Puedes ser bueno, que sin trabajo, no hay resultados. -En cualquier caso, ¿ha sucedido algo nuevo? Se van del centro antes de saber si van a seguir teniendo problemas. -El año pasado tuvimos muchos. Ante la duda, y teniendo en cuenta lo que nos viene encima, me voy. Es importantísimo evitar los problemas este año. -Dicen que el conflicto es más cosa de su entrenador que de usted. -Sé que se dice eso. Y digo que no. La decisión del año pasado de irme de Pontevedra, la tomé yo, no Suso. Pensé, «yo así no puedo estar» y decidí irme. Mi entrenador dudaba, pero yo no. A veces, Suso da la cara y se come muchos marrones. Siempre lo culpan a él, pero las cosas no son así, somos dos. -¿Teme que le puedan pasar alguna factura desde la Xunta? -No. -¿Pensó alguna vez verse envuelto en estos líos después de haberse proclamado campeón olímpico? -Soy el primero que no entiende esta situación. No me gusta que me alaben y todo eso... no necesito nada extraordinario, sólo entrenar a gusto. A Trasona me fui a un sitio austero, pero con las instalaciones adecuadas a mis necesidades. Y a mi disposición. Yo no quiero lujos. -¿No tiene caprichos? ¿Les pidió alguna vez algo imposible? -Déjame que lo piense... Yo no toco los cojones. No quiero yacusis, ni lujos asiáticos, sólo entrenar a gusto. Me considero normal. -¿Qué siente como gallego? -Qué voy a pensar, que me parece muy bien que no me dejen entrenar, que soy un matao, je, je. En fin, si desde el Gobierno gallego no me apoyan... -¿Algún día se arreglará esta situación? -Espero que sí. El más perjudicado de todo esto, soy yo, que no me gustan los problemas. -Mañana comenzará la temporada. ¿Tiene ganas? -Llevo casi dos meses de vacaciones. No hice nada, sólo anduve un poco de bicicleta. Otros años trabajé más en verano, me lo tomé de relax pensando que viene un año muy duro. Por eso nos vamos de las instalaciones de la Xunta, para trabajar a gusto y evitar tener problemas en un año muy importante.