La nueva entrada a la ciudad propuesta por Joan Busquets para modificar la avenida de Alfonso Molina aún tardará años en ser realidad. En el mejor de los casos, la propuesta lanzada por el equipo redactor del nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), no podrá ejecutarse hasta que la tercera ronda esté operativa.
Así lo explica Joan Busquets, que señala que el nuevo cinturón de circunvalación será clave para modificar los hábitos de los ciudadanos en sus desplazamientos. «Solo con el nuevo vial quitaremos todos los giros a la izquierda que ahora se hacen desde Alfonso Molina y se agilizarán las comunicaciones de otros barrios, como Los Rosales, que tenían que utilizar la arteria como vía de salida de la ciudad», explicaba el urbanista tras dar a conocer su propuesta.
Esa premisa hace que la medida avanzada por el equipo redactor se posponga, como mínimo, hasta el 2012. Aunque ello no implica tampoco que se tenga que ejecutar el proyecto tal cual ha sido lanzado por los encargados de redefinir el PGOM. Así lo confirmaron fuentes municipales, que indicaron que el plan especial de transformación propuesto «es una alternativa de futuro realizable, pero no una imposición que se quiera hacer a ningún propietario para que cambie el uso de su parcela».
Esas mismas fuentes añaden por ello que «no hay ninguna imposición ni a Carrefour ni a ninguna otra empresa, porque no se va a echar a nadie de ningún sitio». Ello no reduce la sorpresa por la reacción de los responsables del centro comercial, que nada más conocer la propuesta formulada por Joan Busquets llegaron a decir que «es como si viene alguien a tu casa y te quiere echar».
Los portavoces municipales consultados mostraron su sorpresa, «porque los dirigentes de la empresa a nivel estatal nos hicieron ver en varias ocasiones su interés en modificar la catalogación de la parcela».
En ese sentido, desde la Concejalía de Urbanismo se afirma que «no es lo más lógico que las parcelas comerciales de gran tamaño estén en zonas de tanto impacto residencial, pero ello no implica que no puedan seguir ahí, aunque haya que prever la posibilidad de que se dispongan otros usos».
Semáforos
Por lo que se refiere al proyecto urbanístico en sí, Joan Busquets fija como objetivo «canalizar la transformación de la zona comercial existente y configurar una microcentralidad que complemente los usos existentes en el recinto ferial y el campus universitario de Elviña».
Para ello, el equipo redactor aspira a convertir la avenida en una zona de especial atención. En su proceso de humanización, se aboga por un proceso similar al empleado en la Castellana madrileña, con la instalación de amplias aceras con espacios ajardinados y árboles, y la creación de carril-bici.
Además, la circulación se regularía con la instalación de semáforos que obligarán a moderar la velocidad. También se crearán nuevas intersecciones mediante la instalación de rotondas, especialmente en el tramo comprendido entre Ponte da Pedra y el cruce con Juan Flórez.
En total, el ámbito de actuación tiene una superficie de casi noventa mil metros cuadrados, donde se prevé una superficie edificable de casi 135.000, destinados a usos residenciales y terciarios, con oficinas agrupadas en dos torres de 16 plantas que completarían el skyline dibujado desde las construcciones del polígono de Someso.