Cocina con acento gallego en la T4

P.?B.

A CORUÑA

Beatriz Sotelo, la mujer más joven en ganar una estrella Michelin, asesora a un restaurante de la terminal de Barajas

26 ene 2010 . Actualizado a las 12:19 h.

Antes de volar, unas vieiras y un buen sanmartiño. Desde el jueves pasado el restaurante El Madroño, situado en la terminal T4 de Barajas, ofrece un menú con acento gallego para viajeros que disponen de poco tiempo pero quieren comer bien. La razón es que a la cocinera gallega Beatriz Sotelo Sequeiros (Ardán, Marín, Pontevedra, 1981) la escogieron para asesorar a los profesionales del citado establecimiento. «Tengo que estar en el aeropuerto una vez por semana y, cuando el equipo esté convenientemente formado, cada quince días. Por el momento me encargo del menú y en cuanto dé a luz (está embarazada de siete meses) de la carta, que, claro está, tendrá muchas influencias gallegas», comenta Beatriz, la mujer más joven en obtener una estrella Michelin, por su trabajo en el restaurante A Estación, de Cambre, junto a Xoán Manuel Crujeiras.

Esta distinción, junto con el hecho de ganar en el 2008 el concurso Cocinero del Año , le sirvieron como aval en el grupo Áreas, primer operador de restauración del aeropuerto de Barajas. «Formo parte de una agencia de chefs y mi representante fue el que me ofreció esta posibilidad», comenta, precisamente, poco antes de tomar un vuelo con destino a la capital de España, donde esta semana participará en Madrid Fusión.

El restaurante al que asesora está situado en la denominada zona de tierra , es decir, que se puede acceder desde la calle sin necesidad de tarjeta de embarque. Cuenta con salones privados y está dirigido a un público de nivel medio alto. «Cada día ofrecemos un menú en el que se puede escoger entre cinco primeros, cinco segundos y postres a un precio medio de 30 euros», resalta la premiada profesional, cuya labor de asesoramiento incluye la elección de los menús, la formación de los cocineros del local y hasta la búsqueda de los mejores proveedores.

De la vía a la pista. No abandona el local situado al lado de la estación de tren en el que trabaja, pero se suma a la moda de la restauración aeroportuaria que está en auge en las principales terminales del mundo y también en España. Otros dos cocineros con estrella Michelin trabajan ya en el aeródromo de Málaga y en el de Barcelona. «La sensación es la de trabajar por encima de lo terrenal», dice sobre su experiencia de cocinera en un aeropuerto.