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El Dépor se exige una victoria para confirmar sus ilusiones europeas

Pedro J. Barreiros

DEPORTES

La lluvia caída en Pamplona puede marcar un choque entre dos equipos de trayectorias paralelas

20 abr 2008 . Actualizado a las 03:33 h.

¿Qué traerá el futuro? Como si de una bola de cristal se tratase, el partido de esta tarde puede despejar las incógnitas sobre el papel que el Dépor asumirá en las cinco jornadas finales. Con la permanencia virtualmente asegurada, todos echan cuentas de la distancia que separa a los coruñeses de esa séptima plaza, que lleva a la Copa Intertoto. Mucho se decidirá hoy. Si gana, las expectativas europeas, esas que solo eran un sueño a finales de enero, empezarán a parecer reales. Una derrota, en cambio, podría convertir el final de Liga en una monótona sucesión de partidos sin más aliciente que el orgullo de derrotar a tu rival.

Las últimas tres victorias seguidas (Murcia, Santander y Athletic) han transformado el duelo contra el Osasuna. Hasta que el cuadro gallego protagonizó su fenomenal racha todos señalaban este compromiso como estelar en la pugna por alejarse de la zona de peligro. Asegura Miguel Ángel Lotina que la gente que entiende de fútbol no duda de que su equipo y el Osasuna se salvarán. Será cierto, pero ninguna de las dos aficiones las tuvieron todas consigo hasta hace bien poco. En Pamplona solo ahora, cuando acaban de derrotar al Espanyol en Montjuich, empiezan a respirar. Pese a la lluvia anunciada, el partido ha sido declarado día de las peñas y el estadio estará a rebosar.

Los rivales de hoy protagonizan campeonatos paralelos, aunque los visitantes saltan un pasito por delante, el que le conceden los tres puntos de ventaja en la clasificación sobre el conjunto entrenado por José Ángel Ziganda. Ambos protagonizaron un tramo inicial paupérrimo y, aunque el Osasuna está lejos de hacer sombra al mejor equipo de la segunda vuelta, sus seis victorias en las últimas doce jornadas le devuelven la confianza en sus posibilidades.

¡Qué lejos quedan las noches europeas! Ni el Deportivo actual tiene ya mucho que ver con el equipo que se convirtió en habitual en la Champions, ni en Pamplona los recambios de Raúl García y Soldado, sus dos estrellas en la Copa de la UEFA que disputaron la pasada campaña, ofrecieron la misma solvencia. Una de las apuestas hasta ahora frustradas es el ex blanquiazul Pandiani, quien en Pamplona nunca se ha parecido al que triunfó como deportivista.

El equipo coruñés aspira ahora a regresar a Europa. Solo dos puntos lo separan de su objetivo al inicio de esta jornada, pero con el Barcelona en el horizonte del próximo sábado un tropiezo hoy y la posibilidad de no puntuar en dos jornadas consecutivas parece demasiado margen en la carrera por la Intertoto.

Aún no es tarde si el Dépor insiste en sus virtudes, la solvencia defensiva y el acierto ante la meta contraria. Todo un desafío para una plantilla que nunca dejó de creer en sí misma.