Una avería en el motor frustra la reacción de Alonso en Montmeló

DEPORTES

El asturiano abandonó cuando rodaba en quinto lugar en una carrera que concluyó con el doblete de Ferrari

28 abr 2008 . Actualizado a las 14:46 h.

El motor del Renault no fue capaz de seguir el ritmo de su nueva aerodinámica. El propulsor ya llegaba a Barcelona agotado con el calor de Bahréin y encima ahora, con la nueva suspensión y la revolucionaria aleta trasera, estaba obligado a ir más rápido. Así, pasado el ecuador de la carrera del Gran Premio de España, el coche de Fernando Alonso comenzó a soltar humo blanco, una fumata que sumió en la tristeza a todos los fieles del asturiano.

Era la vuelta 34 y la resurrección de Fernando Alonso se frenaba en seco, cuando el bicampeón rodaba en quinto lugar, una posición impensable solo dos días atrás. En los primeros metros de la carrera no pudo defender el segundo puesto frente a Felipe Massa, pero sí rodó al ritmo de la cabeza durante muchas vueltas. No obstante, había un detalle que retenía la euforia: Alonso era el más descargado en el pelotón de élite. Los BMW y Lewis Hamilton repostaron cinco y seis vueltas más tarde que el español, lo que les permitió superar al asturiano con relativa facilidad.

Por delante, Ferrari jugaba en otra liga, con un Kimi Raikkonen especialmente entonado a lo largo de todo el fin de semana. El finlandés, secundado ayer por Massa, agranda su diferencia en el liderato con nueve puntos sobre Hamilton, tercero ayer y quien no pisaba el podio desde Melbourne.

Con más confianza

No obstante y, pese a no haber puntuado, Alonso puede irse de Montmeló con más confianza de la que llegó. La jornada de calificación del sábado demostró que Toyota, Williams y Red Bull ya pueden considerarse detrás, mientras que en la carrera de ayer Lewis Hamilton fue incapaz de superar al R28, cuando semanas antes, en el Gran Premio de Australia, el McLaren de Kovalainen sí había adelantado a Fernando con relativa facilidad (fue antes de pulsar el botón de reducción de velocidad y volver a ser rebasado por el asturiano).

Otro dato para la esperanza de Renault lo proporcionó Massa: el brasileño llevaba una carga de combustible muy ligeramente superior a Alonso (dio tres vueltas más) y el día anterior marcó peor tiempo que el asturiano en la calificación.

Pese a la frustración del momento, Alonso aún exprimió las reservas de su mermado ánimo para subirse al montículo de la grada y aplaudir la entrega del público. Mientras, Briatore negaba con la cabeza en el muro del pit lane . Entre otras cosas porque ningún Renault iba a ver la bandera de cuadros en el Gran Premio de España. Nelsinho Piquet, que celebraba haber entrado por primera vez en una Q3, tiraba por la borda el excelente trabajo de toda la semana. Después de mantener el décimo puesto en la salida, el joven brasileño solo tardó cuatro vueltas en salirse de la pista sin la presión de nadie. Se incorporó en el puesto 18. Pero solo tres giros más tarde, Nelsinho sufrió una colisión con el Toro Rosso de Sebastian Bourdais, lo que dejaba a ambos fuera de carrera.

Esperanza

El final agrio de Renault no debe amargar una semana de esperanza. La escudería prometía un salto de calidad y Montmeló lo acaba de confirmar. Pero la mitad de la carrera en que Alonso estuvo en pista también quedó claro que la distancia con McLaren y BMW, Ferrari dejémoslo a un lado, es más amplia que el segundo puesto de la parrilla permitía pensar. Turquía es la próxima estación. Renault es optimista. El coche ha mejorado y Fernando Alonso sigue siendo un aval ante los retos difíciles.