Hamilton y Raikkonen completaron el podio mientras que Alonso fue sexto gracias al pinchazo de Kovalainen
12 may 2008 . Actualizado a las 03:17 h.McLaren se acerca a Ferrari. BMW se aleja. Y mientras, Renault confirma que, tras los experimentos estrenados en Montmeló, se mantiene equidistante entre los mejores y los peores del circuito. Dicho de otro modo, Alonso no tiene capacidad para luchar con los de arriba mientras que ha encontrado oxígeno suficiente para no sentirse amenazado por Red Bull, Toyota o Williams. Corre contra nadie.
El asturiano concluyó ayer sexto en el Gran Premio de Turquía, una vez más cortesía de Heikki Kovalainen. El finlandés, recuperado de su grave accidente en España y con la segunda plaza en la parrilla, fue víctima de un pinchazo en el primer kilómetro de carrera. El estado natural del R28 es el séptimo puesto, aunque la frase no es correcta si quien pilota es Nelsinho Piquet. Con las mismas armas de Alonso, el joven brasileño solo pudo concluir decimoquinto. ¿Fue un acierto prescindir de Fisichella, cuyos puntos podrían consolidar a Renault como la cuarta fuerza del mundial?
Ferrari mantiene su hegemonía, aunque esta vez Lewis Hamilton logró mancillar el dominio rojo colándose en la segunda posición. Felipe Massa llegó a sufrir el adelantamiento del inglés, pero era un dominio ficticio porque el británico apostó por una estrategia de tres paradas para evitar desgastes de los neumáticos en la curva 8, como ya sufrió en el 2007.
Massa no se dejó sorprender en la salida, donde Hamilton ya se colocó segundo y Alonso quinto, superando incluso a Raikkonen, quien lo adelantó poco después. El asturiano solo tardó quince vueltas en repostar, lo que dio ventaja a otros pilotos mucho más cargados como Heidfeld, quien ya se impuso al bicampeón en el segundo stin . A partir de ahí, Alonso sabía que solo ascendería en la clasificación del Gran Premio gracias al incendio del motor de alguno de los cinco primeros o un despiste grave de estos. Pero no ocurrió. Kimi Raikkonen, líder todavía del Mundial, intentó garantizar el doblete para su escudería, pero la estrategia de McLaren, suicida en un principio, garantizó a Hamilton la segunda plaza en Estambul. El inglés y Massa empatan a puntos en la clasificación de pilotos, mientras los BMW comienzan a descolgarse. Esa intromisión de Lewis es la única salsa que tiene ahora un Mundial que, de seguir así, se puede antojar demasiado largo.