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El Ciudad de Santiago logra un histórico ascenso a Segunda B

X. R.

DEPORTES

El fútbol de la capital gallega regresa a la división de bronce

23 jun 2008 . Actualizado a las 18:39 h.

El Ciudad de Santiago ya es equipo de Segunda División B. El conjunto que entrena Luisito solo necesitaba un gol para alcanzar un éxito histórico y al final consiguió cuatro, aunque sufrió más de la cuenta para firmar el cambio de categoría. A los dos minutos, Marcos Suárez anotó el primero y a los veintitrés minutos del primer tiempo el once verdiblanco ya ganaba 3-0.

Un recital ofensivo, una salida en tromba de los verdiblancos y una calidad exquisita en sus acciones de ataque provocaron la euforia de una grada volcada con su equipo. La capital gallega recuperó con todos los honores su plaza en la categoría de bronce del fútbol español, a pesar de que los últimos veinte minutos fueron una pesadilla.

Con el 4-0 en el marcador, el Ciudad estuvo a punto de tirarlo todo por la borda. El Almansa se puso 4-2 en el marcador y un gol hubiese colocado a los manchegos en Segunda B. Fue un final de infarto, pero los compostelanos pudieron celebrarlo por todo lo alto.

La emoción prevista por Rico no existió al principio con el 4-0, pero se vivió al final con el 4-2. La igualdad que esperaba Luisito tampoco se vio en San Lázaro en los primeros cincuenta minutos, pero sí se vivió en los últimos veinte. Fue un encuentro raro, de los que hacen afición, aunque el fútbol no fue muy brillante.

El Ciudad de Santiago fue mucho equipo para el Almansa durante cincuenta minutos. Fue un auténtico ciclón. Pero en la segunda parte los manchegos sacaron fuerzas de flaqueza y estuvieron cerca del milagro.

De entrada, Luisito sorprendió con la alineación del Ciudad. La ausencia de Andrés en el centro de la zaga la suplió el técnico santiagués con su futbolista más representativo. El capitán Pepe Rico se ubicó en el centro de la retaguardia para contrarrestar la estrategia del Almansa, que tanto daño hizo en el choque de ida, y para salir con el balón controlado desde atrás. Luisito prefirió reforzar la defensa sabiendo que el centro del campo, sin el veterano capitán, podía resentirse.

Gol madrugador

Y el gol que tanto añoraba el Ciudad de Santiago no tardó en llegar. Dos minutos tardó el once de la capital gallega en meterse en Segunda División B. Changui controló cerca del marco visitante y cedió un balón en bandeja a Marcos Suárez, que finalizó con tranquilidad y habilidad. El primer tanto del Ciudad puso la grada patas arriba.

Entonces, el Ciudad sufrió un par de latigazos del Almansa, enfurecido con el gol y buscando el empate a la desesperada, cuando todavía quedaba un mundo de partido. Dos acciones de estrategia de los manchegos fueron abortadas sin contratiempos por los verdiblancos, que poco a poco se sacudieron el acoso de los manchegos.

Y la grada se puso al rojo vivo en el estadio multiusos de San Lázaro. Rico volvió a levantar al público de sus asientos. Desde fuera del área ejecutó una falta directa y puso al Ciudad con dos goles de ventaja. El Almansa estaba contra las cuerdas cuando solo se había cumplido una décima parte del encuentro.

El Ciudad parecía un vendaval. El Almansa se vio sorprendido por la endiablada salida al campo de los santiagueses. Sin embargo, el once visitante no quería doblar la rodilla tan pronto. Todavía estaba vivo, aunque algo noqueado por los dos contundentes golpes del Ciudad.

Otro de los temores de Luisito, la contra del Almansa, puso en apuros a Makay, pero esta vez los centrales del Ciudad estuvieron más veloces (por poco) que el punta manchego (Alcolea).

El Ciudad empezó a marcar de nuevo el ritmo del partido, ante un desesperado Almansa, que empezó a dejar muchos espacios. El once manchego estaba totalmente desbordado ante un Ciudad en plan campeón. El técnico del Almansa empezó a mover el banquillo para intentar buscar soluciones, pero Marcos Suárez parecía haber sentenciado el encuentro a los veintitrés minutos. Batió por bajo al meta visitante y anotó el 3-0, un marcador que pocos se imaginaban antes de iniciarse el choque.

Tras el tercero de los gallegos, el encuentro entró en una fase de poco fútbol. El Ciudad cerró bien sus líneas y el Almansa, al borde de un ataque de nervios, buscó con desesperación un premio que nunca llegó.

Reacción visitante

El segundo acto, con un cambio ofensivo (Ulises) en las filas del Almansa, comenzó con un Ciudad dispuesto a aumentar su renta. Los de Luisito comparecieron en el césped de San Lázaro con más velocidad y más enchufados. Y así, a la salida de un córner, Jesús cabeceó a la escuadra. El cuarto gol verdiblanco ya hundió por completo a un Almansa que regresó de los vestuarios casi sin aliento y con la moral por los suelos.

Sin embargo, un tanto del once manchego cuando se iba a cumplir el primer cuarto de hora de juego del segundo período le dio más de vida a un Almansa que parecía resquebrajado. Luisito reclamó tranquilidad desde la banda. El tanto de Berni no fue un simple susto. Fue un aviso. Con el 4-1 en el marcador, el Ciudad parecía tener el encuentro controlado.