El cuadro blanco, con un jugador menos, se mantiene entre los mejores gracias a un postrero gol de su ariete
28 sep 2008 . Actualizado a las 13:23 h.A Ruud van Nistelrooy le vino bien el descanso del pasado miércoles. Estaba fresco para aguantar todo el partido, para tener una pizca de velocidad cuando el resto está con la reserva. Y gracias a este puntito más, el neerlandés cabalgó sesenta metros en el minuto 91 para finalizar un contragolpe, darle una victoria al Real Madrid en la prolongación frente al Betis y seguir en la cabeza de la Liga.
A pesar de la victoria in extremis , el equipo blanco sacó su mejor versión en el antiguo Benito Villamarín. Destapó el tarro de las esencias y ofreció la mejor media hora de toda la temporada. Los blancos abandonaron el papel ramplón que habían demostrado en los anteriores partidos, en los que le bastaba su ilimitada capacidad goleadora para acabar con los partidos. En Sevilla, en cambio, decidió jugar al fútbol.
La clave de este resurgimiento futbolístico hay que encontrarlo en Rubén de la Red. El canterano cuenta con la confianza suficiente como para exigir los galones en el centro del campo. Se ha encargado de mandar, de colocar a sus compañeros y de pedir la pelota de forma constante. Además, el Madrid presionaba con muchas ganas cuando no tenía el balón, algo que no se había visto en los últimos duelos. A pesar de este dominio, el gol llegó a balón parado. Van der Vaart puso una magistral falta lateral que Heinze cabeceó sin problemas. Los blancos finalizaban con un gol el camino lógico del partido.
Ante este vendaval, el Betis intentaba que el resultado fuera corto, que no se fuera más allá de los dos goles. Poco a poco, se estiró y buscó el empate. El Madrid se atascó y los locales cogieron aire. Y más que respiró cuando Marcelo les regaló un penalti. El brasileño empujó a Damià y se ganó la expulsión. Sergio García marcó su propio rechace.
Con diez, Schuster decidió que el empate era bueno. Se limitó a dar descanso a algunos jugadores de cara al partido de la Liga de Campeones. Lo mismo pidió Chaparro cuando el goleador verdiblanco fue expulsado. Pero, claro, no contaba con el acierto de Van Nistelrooy.