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El Dépor se estrena lejos de Riazor

DEPORTES

03 nov 2008 . Actualizado a las 02:22 h.

El Deportivo logró su primera victoria como visitante en la Liga (0-3) a costa de un Betis que también intentó ganar y acabó con diez jugadores. Ahora, está a un punto de la UEFA y cinco del descenso. El gol de Riki llegó en un ataque con superioridad numérica en una jugada en la que Arzu y Capi permanecían doliéndose en el césped tras un encontronazo entre ambos. Lotina ya había ordenado el año pasado a sus hombres que no arrojasen el balón fuera de banda en este tipo de acciones si el árbitro no pitaba.

Comenzó lindo el partido, con ambos equipos proponiendo fútbol. Nelson, Mehmet Aurelio, Sergio García, Emaná y Pavone rodaban con celeridad el balón, pero no se arredró el Dépor a pesar de ser el visitante y buscó la portería de Casto por el libro, abriendo el campo e intentando entrar por los costados. Todo pintaba bien para el espectador. Los verdiblancos parecían estar una sola cabeza por delante del Dépor en esa carrera hacia los tres puntos. La inesperada lesión de rodilla de De Guzmán en los primeros minutos debilitó ligeramente el contrafuerte físico que Lotina dispuso en el mediocentro ante el gusto de los béticos por marear el cuero a la altura de la medialuna. Le sustituyó Sergio.

Sin embargo, un análisis detenido más allá del cuarto de hora de partido permitía apreciar un fútbol de fogueo, con mucha floritura hasta tres cuartos de campo, pero sin disparos a puerta. ¿Cómo pretendían ambos lograr un gol?

Pero de aquella incontinencia llegó este derroche y un disparo lejano de Sergio García con excelente respuesta de Aranzubia abrió las compuertas de ambas áreas y en cinco minutos de delirio todos tuvieron su oportunidad. La que resume estos minutos: en el treinta, un saque de esquina de Pavone lo cabeceó Mehmet Aurelio y solo Sergio en el segundo palo pudo evitar el gol. En la misma raya. Ese rechace lo recogió Verdú, que tras un contraataque correcto, terminó rematando con mucho peligro. En los últimos minutos, el Dépor parecía un domador de fieras, blandiendo un taburete para mantener a raya al rabioso Betis y un látigo que de vez en cuando alcanzaba a Casto. Terminó la primera parte con tantas triangulaciones verdiblancas como contragolpes blanquiazules.

Despertó la segunda parte con los dos equipos sin decirse nada, las contras a medio cocinar y con errores a borbotones. Sobraban las áreas. Principalmente, la del Betis. Se vinieron arriba los de Chaparro, empujando con un voluntarioso e inexacto en el remate Sergio García.

Hasta la jugada del partido. En el sesenta, Lafita pugna con fuerza por un balón en el círculo central y se lo lleva tras el encontronazo entre Capi y Arzu, que quedan tumbados sobre el césped. Aprovecha el Dépor la superioridad y genera una doble ocasión que termina con un gol de Riki, a centro de Guardado. La crispación bética fue máxima. Pero el partido acabó siendo del Dépor, a pesar de la insistencia local en la media hora restante, porque sentenció Lafita.