Dos años después de salvar al Elche, Vidal ha sido despedido. Toca esperar otra oportunidad antes de la jubilación. «Me quedan siete años de fútbol», vaticina
09 feb 2009 . Actualizado a las 12:07 h.Viernes 7 de noviembre. David Vidal (Portosín, 1950) firma el finiquito con el Elche, club que lo acaba de destituir por los malos resultados. En el camino de regreso a Cádiz, su lugar de residencia, recibe la llamada de La Voz. «Voy por Estepa, pero no la rusa, ¡la de los polvorones!». El despido no le ha cambiado el humor.
-Acaba de quedarse en paro con 58 años. Y la economía del país no anda boyante.
-Bueno, trabajé muchos años desde los 17 que salí de Portosín y tengo algunas perras ahorradas. Además, me acojo al paro, así que soy un parado más en Andalucía. -Dicen que el 2009 será mucho peor que este año. ¿En el fútbol también? -Yo creo que la crisis también ha llegado al fútbol y sobre todo en la Segunda División, todos los equipos se van a acoger a la ley concursal. Estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades. -Además de los malos resultados, ¿hubo algo más que provocara su cese? -No. Tuvimos la columna vertebral del once escayolada durante cinco partidos y el equipo no funcionó. En la séptima jornada no tuvieron paciencia y ya me echaron a la calle. -¿Cuál ha sido el despido más injusto que ha vivido? -Si ahora me doy una vuelta por Elche me tengo que hacer veinte fotografías por la calle, todo el mundo me conoce y me reconoce y quedé realmente bien. En Elche, igual que en Murcia, no puedo ir por la calle porque todos los aficionados me quieren y me tienen mucho cariño. A mí nadie me chilló en el estadio Martínez Valero. Me echaron los resultados. -¿Pero cuál fue el despido que menos se esperaba? -Debido a mi forma peculiar de ser, quizá en el Logroñés fueron muy rigurosos. Pero después también en el Cádiz. Del Murcia me marché yo, ¿entiendes?, y dejé dos años de contrato y un millón de euros. Soy un ave de paso, lo reconozco. -Con Preciado tuvieron paciencia en el Sporting, y mire ahora, casi la revelación. -También aguantaron a Chaparro en el Betis porque jugaba bien. Nuestro equipo también jugaba la mar de bien. Perdimos en Murcia 1-0 y con un jugador menos merecimos ganar por cuatro o cinco goles. -Ahora que cita al Murcia, Clemente también aguanta. -Sí, porque allí tienen más paciencia. Así es mi carrera y mi vida. Teníamos una gran ilusión, pero en el minuto 93 el Éibar nos marcó un gol, fíjate, un entrenador que debe ser gallego, un tal Pouso, que debuta en la categoría y yo que llevo veinte años,... pues nos ganó el Éibar. El fútbol es imprevisible por eso tiene tanta grandeza. -Dani Benítez dijo que usted los presionaba mucho. -Porque les corrijo una cosa veinte veces y aún se la tengo que volver a repetir. Tienes que pensar que Dani Benítez viene del Pontevedra, a ver si eres un periodista con un poco de talento, viene del Pontevedra, que no viene del Manchester United. En el Elche exigimos más, amigo, y cuando hay córneres en contra tienes que marcar a uno y este como viene de Segunda B no sabe por dónde andas. ¿Me entendiste? ¿Por qué no dijo eso él cuando estaba yo en el vestuario? -¿Por miedo? -Es como si ahora cuelgas el teléfono y yo digo que tú eres esto o lo otro. Te lo tendré que decir a la cara,... no seas periodista de cuarta categoría. Entreviste a la columna vertebral del Elche: Caballero, Fernando Niño, Acciari y Santos, hombres con 28 y 30 años, ¿Vas a entrevistar al 24 de la plantilla? ¿Qué pseudoperiodista, que pseudo viene del latín y significa falso, por si no lo sabes, qué falso periodista entrevista al jugador 24? Yo, que manejé a Hugo Sánchez, a Toni Polster, a Quique Setién, a Manu Sarabia, que manejaba a Lotina, y ¿me va ahora un chaval del Pontevedra, que ni jugaba, va ahora a mí a cuestionarme...? Tienes suerte que eres periodista de periódico porque si estás en la radio te lo echo en la cara. -Ningún problema, lo ponemos por escrito. -Sí, sí, sí, como tú quieras. Pero pon también que me voy contento a mi casa, ¿y sabes por qué? -Usted dirá. -Porque nunca nadie me pitó en el campo, ni nadie me cuestionó los cambios. Yo sé lo que tengo que hacer. Si estoy en Segunda es por mi carácter. En el año noventa, para que te enteres y sepas con quién estás hablando, era técnico de moda. Miguel Santos vino a comer conmigo a Logroño y me dijo que quería ser mi representante y lo mandé al carajo, y ahora como Miguel Santos es amigo de Lendoiro llevó a Lotina. ¿Entendido? Está usted hablando con David Vidal.