Otra carrera meritoria para Giorgio. Lo que llama la atención es la valentía con que pilotó las primeras vueltas, cuando el circuito aún estaba mojado. En esos primeros kilómetros Pedrosa se cohibió muchísimo, Stoner, experto en agua, no logró encontrarse cómodo, y Rossi optó por cambiar de moto porque la que pilotaba en ese momento no respondía como él quería.
La carrera pudo ser diferente porque sobre Lorenzo rondó una penalización, ya que no se ubicó correctamente en la parrilla de salida. Otros fueron castigados en su día por un paso por boxes, pero ayer no estaba justificado porque en Le Mans, donde había cuatro marcas en primera línea, dejaron una en medio, que fue la que engañó a Jorge poco antes de iniciarse la carrera. Pero aquello no le distrajo.
Hubo un momento en que pareció que iba a entrar a boxes pero el equipo retrasó la orden. Fue un acierto. Observaron cómo respondían los slicks en otras máquinas y comprobaron que Lorenzo tenía razones para seguir más tiempo en pista con las gomas de mojado. De todas formas, tanto en seco como en mojado fue muy superior. Pedrosa bajó los tiempos al final porque se jugaba el podio, pero el ritmo de carrera de Jorge ha sido magnífico. Giorgio está teniendo un buen principio de temporada, acumula dos victorias, un podio y una caída luchando por el podio. Pero están los cuatro grandes en un pañuelo de puntos con Dovizioso en un segundo peldaño de calidad.
Fue sintomática la declaración de Jorge antes de la carrera, cuando le preguntaron qué tenía pensado hacer. Dijo algo que resume muy bien su filosofía: «Estoy a verlas venir». Es decir, Jorge no sabe lo que va a pasar en la carrera pero está preparado para cualquier circunstancia.