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Lorenzo regresa al redil paterno

DEPORTES

Un año después de romper con su mánager, el piloto de origen gallego ha incluido a su padre en la estructura de su preparación para asaltar el mundial del 2010

26 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En el paddock del mundial de motociclismo circuló un comentario que el paso del tiempo ha convertido en mentira. «Es más fácil que Jorge Lorenzo gane el título de MotoGP a que se reconcilie con su padre». Este año el título ha sido de nuevo para Rossi y ya hace meses que Jorge y su progenitor trabajan casi codo con codo para mejorar el rendimiento del piloto de origen gallego. En los tres últimos meses, Lorenzo ha viajado tres veces a Mallorca para encontrarse con su padre en el plano personal y profesional. «Hemos retomado los entrenamientos que dejamos hace ocho años», señala Chicho Lorenzo, el principal responsable de los éxitos de Giorgio .

Hasta el año pasado, Dani Amatriain había dirigido el destino mundialista de Jorge. El piloto se encontró en un fuego cruzado entre el mánager y su padre, que acabó perdiendo Chicho Lorenzo. «No vengas a las carreras, no hables conmigo, no quiero saber de ti», le llegó a espetar al padre. Pero unos problemas personales del mánager desembocaron en el 2008 en una repentina ruptura. Aquello fue el primer paso para acercarse a su padre y formador. Recientemente, Jorge reconoció en la revista Vanity Fair que su padre «llevaba razón» en el conflicto con Amatriain. «Pero en esos momentos me costó verlo», añade. La saga masculina de los Lorenzo es de carácter orgulloso y dar el brazo a torcer no es su especialidad. «Por el carácter que tenemos no hace falta pedirle perdón porque sabe lo que siento, pero tal y como he actuado con él en el último año es como si me hubiera disculpado», apuntó a Vanity Fair . Entre padre e hijo hubo un puente en la persona de Marcos Hirsch, el preparador físico y ahora el encargado de coordinar a todos los colaboradores del piloto.

Así las cosas, Chicho, natural de Porto do Son, se muestra muy feliz. «Hemos retomado las relaciones, está viniendo mucho más desde Barcelona para verme. Me quedé con la sensación de que no había acabado el trabajo con él y sé que puedo aportarle más cosas que esa separación me impidió», explica el padre, quien ya está diseñando los deberes que harán a Jorge aún mejor piloto. Una de las obsesiones de Chicho es el pilotaje en lluvia. «Este año no ha habido demasiada pero tarde o temprano aparecerá y hay que estar preparado», sentencia. Los otros deberes de Jorge están en las salidas de carrera. «Es un problema que arrastra desde hace mucho tiempo, lo ha conseguido maquillar con adelantamientos en las primeras curvas pero el otro día en Phillip Island fue la mala salida la responsable de su caída», reflexiona Chicho, autor de un manual titulado Iniciación al motociclismo deportivo , destinado a los padres de jóvenes pilotos. Ahondando en las deficientes salidas de Jorge Lorenzo, el padre avanza que echará mano del motocrós «porque son los pilotos que mejor salen». Para ello, otorgará a su hijo la moto más complicada de la disciplina (la de dos y medio) para que practique una y mil veces las arrancadas. «Tomaremos tiempos y haremos una labor de investigación para ver en qué momento sale mejor, luego le acompañaremos con los mejores pilotos posibles en salidas de motocrós y al final del invierno habrá mejorado después de unas dos mil arrancadas», explica Chicho Lorenzo.

Aún hay otro aspecto de Jorge que despierta recelos en el profesor. «Entra muy poco a boxes durante los entrenamientos». «Él le da mucha importancia al pilotaje y menos a la puesta a punto de la moto, es algo que me gustaría hablar con Ramón Forcada (jefe de mecánicos del equipo de Jorge), al que considero una persona con puntos de vista muy parecidos a los míos, pero no sé como ha evolucionado en estos cuatro años que llevo fuera de las carreras», explica Chicho, quien recupera los galones de formador y, lo más satisfactorio para él, vuelve a ser un padre en activo.