Como en Málaga, los coruñeses volvieron a acabar el partido con diez tras la expulsión de Antonio Tomás
15 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Dépor más timorato de la temporada encajó contra el Espanyol una derrota sin paliativos. Ni apretó en defensa, ni puso en aprietos a su rival en ataque. Lejos de Riazor le faltaron todas las virtudes que adornaron su juego durante esta temporada y las que necesita para disputar la próxima competiciones europeas. Solo cuando se quedó con diez por la expulsión de Antonio Tomás y ya había encajado los dos goles se acercó al área de Kameni.
Al Espanyol le bastaron un par de jugadas de Callejón y Verdú para llevarse los tres puntos. El ex deportivista volvió a pagarse cumplida revancha de su paso por A Coruña y de su marcha a Barcelona totalmente gratis. Allí estuvo en el momento justo para abrir el triunfo de su equipo. Callejón se coló por el carril zurdo, penetró en el área con la permisividad de Laure, esperó la llegada desde atrás de su compañero y le puso el balón para que el ex deportivista fusilase.
Enfrente solo encontró respuesta en Iván Pérez. En su segunda titularidad de la Liga demostró atrevimiento (suyo fue el primer disparo del Dépor, un tiro cruzado que salió lamiendo el segundo palo de Kameni y otro más que hizo lo propio con el larguero) y calidad. De sus botas partieron los mejores pases. Jugó, eso sí, más cerca de su posición natural, la mediapunta, pues, aunque partió de la derecha, se intercambió constantemente la posición con Juan Rodríguez.
Hasta el gol los dos rivales desnudaron sus problemas ofensivos. Kameni no calentó sus guantes en toda la primera parte, mientras los focos solo enfocaron al meta deportivista en un par de ocasiones más. La primera para detener un flojo disparo de Baena a los cuatro minutos. Sabidos son los problemas de los delanteros deportivistas para rematar a portería. Pero en el Espanyol no le han ido a la zaga. Después de fichar a un brasileño, Osvaldo, en el mercado invernal, ayer el veterano Iván Alonso volvió a la punta de ataque. El uruguayo falló una ocasión clamorosa tras el pase de la muerte de Callejón (otra vez él) que remató mansamente a las manos de Aranzubia.
En el bando gallego no había ni noticias de Bodipo y Adrián. Toda la tela ofensiva la cortaban entre Iván Pérez y las apariciones desde el centro del campo de Juca, quien dio el susto del partido. El brasileño, que lo mismo no rehúye ni un solo choque con un rival, que sus limitaciones técnicas le llevan a perder un buen puñado de balones en el centro del campo, fue retirado en camilla tras un choque con el local Javi Márquez y, por un momento, los fantasmas de una nueva lesión grave volvieron a visitar a los coruñeses.
Tras el descanso Adrián López dejó la izquierda a Iván Pérez y se recolocó en la mediapunta, mientras Juan Rodríguez volvía a la derecha. Pero al Espanyol no le costó nada zanjar el choque. Poco después de la expulsión, volvió a aparecer Callejón para remontar sin oposición desde la izquierda hasta la frontal y disparar lejos del alcance de Aranzubia.
Por cierto, Bodipo y los atacantes aparecieron, sí. Con el estadio celebrando un triunfo, el sevillano recogió el único error de la defensa local para plantarse solo ante el marco rival. La ocasión era clamorosa y parecía imposible de fallar. Pero Bodipo estrelló su remate contra el cuerpo de Kameni. Ayer no fue su día.