Los vascos, el equipo más realizador del grupo, estrellaron tres balones en la portería que defiende Reguero
15 feb 2010 . Actualizado a las 19:27 h.El Racing no pasó de un empate a un gol frente al Lemona y suma un punto que es insuficiente para sacarlo de las plazas de descenso a Tercera. Los ferrolano se jugaban mucho en este partido en casa, ya que la permanencia puede pasar por A Malata, aunque una vez el equipo no dio la talla.
Los signos de mejora son evidentes, ya que los refuerzos comienzan a ofrecer un rendimiento más alto -ayer Nacho Calvillo y Rubén Pérez fueron de lo mejor- pero también se muestra ya un Dani Quintana que va a más, que juega entre líneas y que tiene una gran capacidad para irse de los rivales y encarar la portería rival.
Sin embargo, el equipo sigue sufriendo los males de siempre, da muchas facilidades atrás (el gol de ayer del Lemona fue un regalo ya que le ganaron la espalda a la defensa con una gran facilidad) mientras que arriba le cuesta mucho hacer gol. Ayer tuvieron hasta siete u ocho claras, pero solo una acabó en la red.
El Racing comenzó bien el partido frente al Lemona. Combinó, abrió el juego por las bandas y movió el balón con velocidad para tratar de evitar a un Lemona, que tampoco demostró nada que le acredite para estar entre los mejores equipos de este grupo.
Los ferrolanos hasta tuvieron la suerte y el acierto de adelantarse en el marcador en un buen centro desde la banda que aprovecha Nacho Calvillo, en el segundo palo, con un preciso remate de cabeza.
Todo iba por buen camino, solo se necesitaba un segundo gol para tratar de amarrar la victoria. No pudo ser. Una vez más, en una acción en la que se pidió falta a Marcos, a la defensa racinguista le ganan la espalda con una gran facilidad por la banda de Iván Romero y Rebollo le mete un preciso pase a Lambarri, que también entra solo y remata a placer. A partir del empate aparecieron en el Racing las mismas dudas de siempre.
Un correcalles
La segunda parte fue un auténtico correcalles. El Lemona salió un poco más ambicioso, mientras que al Racing no le quedó otra que arriesgar para ir a por la victoria.
Luisito, que había apostado por jugar con dos pequeños arriba, Marcos y Dani Quintana, decidió meter a Rudy Carlier, que comenzó el partido en el banquillo. Pocos minutos más tarde entraría Pablo Rey por Dani Quintana.
Los cierto es que los racinguistas llegaron arriba, crearon claras ocasiones de gol pero le faltó acierto. Las dos ocasiones más claras las tuvo Nacho Calvillo, en una de ellas, a los 84 minutos, pero el vasco falló a bocajarro, llegó muy forzado y el balón se le fue alto. Ya en el noventa tuvo otra muy clara, en esta ocasión de pegó bien al balón pero el portero Alcalde, que en el partido hizo tres o cuatro frivolidades, metió una buena mano y desvió el balón a córner.
Tres palos
El Lemona, con Rebollo y Lambarri, demostró que tenía fuego en ataque. En esta segunda parte llegó arriba cuatro veces y estrelló tres balones en los palos. El empate final fue justo.