Ibán Espadas y Gerardo casi llegan a las manos tras haberse «picado» en la sesión.
03 jun 2010 . Actualizado a las 23:19 h.La cercanía del decisivo partido frente al Alcorcón ha hecho saltar las chispas en el último entrenamiento del Pontevedra.
Ibán Espadas y Gerardo tuvieron que ser separados por sus compañeros para evitar que llegasen a las manos. Ambos futbolistas ya habían se habían picado durante el partidillo, y parecían dispuestos a pegarse hasta la mediación de otros jugadores.
El entrenador, Pablo Alfaro, estuvo charlando con los dos protagonistas al finalizar el ensayo y el roce se solucionó con un abrazo final.