Debutó Víctor Valdés y el seleccionador echó mano en la segunda parte de Xabi Alonso, Villa y Xavi
04 jun 2010 . Actualizado a las 11:55 h.Nueva victoria a última hora de España. Y van dos. Esta vez fue Navas quien salvó el honor de la campeona de Europa ante Corea del Sur con un tiro desde fuera del área que entró por la escuadra a cinco minutos del final. El sevillista resolvió un partido complicado, falto de ritmo y con pocas ocasiones, en el que lo más destacado fue el debut de Víctor Valdés, la reaparición de Cesc y la recuperación definitiva de Iniesta.
España está lejos de su mejor nivel. Hay tiempo, pero la imagen de la selección no se parece a la que arrasó en la fase de clasificación para Sudáfrica con un pleno de victorias. Corea del Sur fue la segunda y penúltima prueba antes del Mundial. Los asiáticos son un rival incómodo y de infausto recuerdo. Solo quedaban tres supervivientes -Casillas, Xavi y Puyol- de aquel polémico partido de cuartos de Corea 2002, donde un árbitro egipcio, Al Gandhour, impidió el pase de España a semifinales.
En estos ocho años no solo han cambiado la mayoría de jugadores, sino el estilo y la mentalidad de la selección. De ser un equipo amparado en el victimismo y gafe de las grandes citas, a ir de favoritos y con la seguridad de ser los mejores. Con una Eurocopa como aval. Sin embargo, no se puede vivir del pasado, es decir, de la gesta austríaca. Y Del Bosque lo sabe. El técnico salmantino desplegó ante los asiáticos su plan B, es decir, un equipo con extremos, Navas y Mata, y con Llorente como único ariete. Consecuencias: menos triangulaciones por el centro, más velocidad en las bandas y balones aéreos buscando la potencia del delantero del Athletic.
España salió más enchufada, lejos de la «pereza» criticada por el seleccionador en el choque frente Arabia Saudí. Dominó y controló el esférico, pero una vez más, el ritmo fue lento, sin la chispa necesaria para desarbolar a un rival encerrado en su campo.
La mejor noticia fue la reaparición de Cesc tras la lesión de peroné en la ida de cuartos de Champions ante el Barça. El futbolista del Arsenal notó la falta de minutos en sus piernas y estuvo intermitente. Jugó más retrasado de lo que acostumbra en la Premier, lo que no fue óbice para disponer de una clara ocasión que estrelló en el larguero. Quien llevó las riendas del equipo fue el omnipresente Iniesta, que volvió a ser el mejor. Se movió por todo el campo, sirvió de balones a los extremos y presionó a los coreanos como el que más. Llega fresco y con una motivación extraordinaria.
Pero el juego no era fluido. Incluso un tremendo error defensivo, con un resbalón de Albiol y Marchena, provocó una doble ocasión a los coreanos que resolvió Reina con dos magníficas paradas. Tras el descanso llegó el gran momento del debut de Víctor Valdés el día en que Casillas cumplía 10 años como internacional.
Ante la imposibilidad de romper el muro coreano, Del Bosque dio entrada a Alonso, Xavi y Villa. También salió Pedro. Nada cambió. Villa no estuvo fino en un par de ocasiones y el partido parecía abocado al empate. Hasta que surgió la magia de Navas con un golazo espectacular.