Un inesperado rival en el camino del título

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Nadal juega las semifinales contra Jurgen Melzer, el tapado que vive su gran momento a los 29 años

04 jun 2010 . Actualizado a las 11:38 h.

Escondido en el puesto número 27 de la ATP, ya asentado en esa clase media alta del tenis a los 29 años, aunque sin apuntar más arriba, ¿quién podía esperar la irrupción del austríaco Jurgen Melzer como invitado sorpresa en las semifinales de Roland Garros? Un rival inesperado separa a Rafa Nadal del partido por el título. Juegan a continuación de Robin Soderling y Tomas Berdych, que avanzan por el otro lado del cuadro ( TVE, 13.00 ).

Nadal sale ganando ante cualquier comparación posible con Melzer, al que ganó en sus dos únicos duelos previos. El entrenador del español, Toni Nadal, ya admitió con naturalidad que prefería al austríaco antes que a Novak Djokovic, su víctima en cuartos. Y el jugador mallorquín ya sabe que el encuentro, contra un rival que empuña la raqueta con su misma mano, le obligará a incluir alguna variante táctica. «Está jugando increíble. [Ante Djokovic] le vi muy agresivo, sirviendo muy bien. Así que será muy difícil. Si está en semifinales es porque es el mejor de su parte del cuadro.?Siempre hay que cambiar un poco la táctica y el juego cuando se compite contra un zurdo», adelanta Nadal.

Contra Almagro, en cuartos, una de las variantes estuvo en las subidas a la red con el servicio en momentos decisivos, algo absolutamente inesperado, aprovechando que está sacando mucho mejor que meses atrás.

Pero cuando empiece el partido no valdrá nada de lo anterior, y el austríaco jugará subido a la ola de confianza que acompaña siempre a la revelación del torneo. Verdugo de David Ferrer y Novak Djokovic, aguerrido, alcanza en París su mejor resultado de la temporada en tierra. En Montecarlo perdió con el alemán Philipp Petzschner; en Barcelona, con el madrileño Fernando Verdasco; en Roma, con Stanislas Wawrinka; y en Madrid, con Nicolás Almagro. Solo en uno de sus cuatro torneos previos a Roland Garros superó los octavos.

Acomodado alrededor del puesto número 50 del ránking, Melzer pegó un cierto estirón en los últimos tiempos. El propio jugador lo achaca a la confianza adquirida desde que al inicio del año 2008 puso su tenis en manos del sueco Joakim Nystrom, top-ten en los años noventa. «Me gusta compartir mis ideas y hablar. Me hacía falta un entrenador que no fuera solamente un entrenador, sino también un amigo, un confidente. La verdad es que fue una suerte encontrar a Joakim. Gracias a él, soy más paciente, más regular. Me ayudó a ganar confianza y a asumir mis responsabilidades. Me permitió crecer y, a día de hoy, siento que estoy yendo en la dirección correcta». Así lo explicó Melzer a la web de Roland Garros al inicio del torneo. Resultó profético.