Gómez Noya ensancha su vitrina

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

El ferrolano descansa ya tras recuperar la hegemonía en el triatlón mundial en un año en el que incorporó ejercicios en bici tras una moto y trabajo de propiocepción

22 oct 2010 . Actualizado a las 03:57 h.

Ningún deportista había dominado el triatlón mundial con tanta autoridad como Javier Gómez Noya durante tres temporadas redondas del 2006 al 2008. Solo al final de ese último verano vio como el alemán Jan Frodeno se colgaba un oro en los Juegos Olímpicos de Pekín para el que parecía predestinado, mientras que en el 2009 irrumpió el talento del británico Alistair Brownlee. En ambos casos, el ferrolano se vio frenado por una tendinitis aquílea, mientras que un problema en la cadera lo mermó hasta abril de este mismo año. Desde entonces, emprendió un vuelo que le devolvió el título mundial hace unas semanas y una hegemonía fuera de toda duda gracias a dos triunfos con una gran carga simbólica. Ayer inició sus vacaciones. «Cuando estuve a mi mejor nivel, terminé por delante de ellos. Le gané a Frodeno en Hamburgo y a Brownlee en Londres», resume Javier Gómez Noya, que alcanzó su segundo título de campeón del mundo, lo que lo convierte en el primer triatleta que lo logra con los dos sistemas: en el 2008, en Vancouver, en una prueba de un solo día, y en el 2010, gracias a los puntos acumulados en todo el calendario. Variaciones en su preparación Cierra una temporada, la segunda en la que trabaja con Omar González como entrenador, con algunas innovaciones en su preparación. Aunque una lesión de cadera en marzo lo mantuvo cuatro semanas varado en Australia, hasta que debutó mermado en Seúl. «Gracias al gran trabajo previo que habíamos hecho, luego cogió un punto alto de forma muy rápido», explica el técnico. Evolucionó muy rápidamente y, en el momento clave de la temporada, asombró en Hamburgo y Londres. Afloró todo el trabajo previo. Para evitar lesiones y fortalecer sus tobillos -sus dos auténticos rivales los meses anteriores- incidió en los ejercicios de propiocepción. Ayudado por su hermano Jonathan, Alistair Brownlee suele dinamitar el sector de ciclismo. Así que, para volar sobre la bicicleta, Gómez Noya incorporó un método nuevo. «Hicimos mucho trabajo tras moto . Yo voy delante, sobre una moto de 600 centímetros cúbicos, cortándole el viento, recreando el pedaleo en grupo, a ritmos que no puede alcanzar él solo», explica Omar González. Lo corrobora el campeón mundial. «Puede parecer paradójico. Pero si vas solo, o con un fuerte viento en contra, eres incapaz de llevar tu cuerpo a altas pulsaciones. En ese caso llego a las 170 o 175. Tras la moto, alcanzo un ritmo cardíaco más alto, hasta 180 o 185», explica el ferrolano. «Podemos mejorar más» Con 27 años, Gómez Noya no siente que haya tocado techo. «Este año me vi a mejor nivel que nunca. Creo que puedo mejorar aún si evito lesiones y hago las cosas bien. Sin llegar a obsesionarnos, podemos sacrificar algo en natación para correr más rápido», indica el triatleta. «Lo demuestran los tiempos. Cada año progresa», coincide su entrenador.