«Llegaron a decirme que Lendoiro no podía atenderme porque tenía cita para cortarse el pelo», asegura indignado el dirigente
22 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Seis temporadas después de que el Deportivo anunciara un convenio de colaboración con el que Lendoiro definió como «un club amigo», el Vecindario reclama al club coruñés 392.000 euros correspondientes al impago de cinco plazos (72.000 euros anuales) y 30.000 más por haber jugado Fabricio más de 5 encuentros de Liga en un mismo ejercicio. Su actual presidente, Pablo Álvarez, trata de cobrar la deuda desde que se hizo cargo del club, en el 2008, en sustitución de Manuel Suárez. Sin embargo, no consigue ni hablar con el máximo responsable blanquiazul: «Una vez fui a A Coruña, me presenté en su despacho y llegaron a decirme que Lendoiro no podía atenderme porque tenía cita para cortarse el pelo. Es indignante», sostiene el dirigente canario. -¿Dónde está el origen de la deuda y del distanciamiento? -Nosotros llegamos al club en el 2008 y vimos que el Deportivo solo había pagado los 72.000 euros correspondientes al primer plazo (el pacto era por 216.000 euros repartidos en tres años). Era un momento difícil para nosotros. Necesitábamos dinero y nos pusimos en contacto con el club gallego para pedirles que nos pagaran 102.000 euros (72.000 de una temporada y 30.000 más por haber jugado Fabricio más de cinco partidos de Liga). No hubo respuesta alguna. Enviamos miles de faxes y nada. Entonces, en el año 2009 pusimos el tema en conocimiento de la federación española de fútbol. -¿Qué sucedió? -Pues que en marzo de este año nos dio la razón, con lo cual el Deportivo nos debe 392.000 euros del convenio por el 2005 (cinco años de convenio y 30.000 euros más por haber jugado Fabricio cinco partidos con el primer equipo blanquiazul). Pero no los pagó y recurrimos a Disciplina Deportiva para que impidiera que el club coruñés inscribiera jugadores. -Pero al final sí que fichó. -Porque el Deportivo recurrió a la Justicia ordinaria, pidiendo la suspensión cautelar de la decisión tanto de la federación como de Disciplina Deportiva. -¿Qué alegaba? -Pues que nosotros habíamos incumplido el convenio, porque no les habíamos mandado a tres jugadores que querían y que acabaron en el Madrid, el Barcelona y el Villarreal. Algo absurdo, pues se marcharon libres y contra nuestra voluntad, tal y como en su día denunciamos en la federación, que se pronunció en nuestra contra. -Reclaman 392.000 euros por cinco años. Pero ¿el convenio no vencía en el 2008? -Sí, pero al no haberlo denunciado ninguna de las partes, quedó automáticamente renovado por tres años más.