Más de un millar de personas, de las 7.000 que habitan el casco urbano de la localidad lusa de Mira, aplaudieron ayer la presentación oficial de la nueva planta de rodaballo del grupo Pescanova en Portugal, la más grande y moderna del mundo para la cría de este especie, que producirá 7.000 toneladas anuales a partir del año 2008 y que en el 2010 superará la barrera de las 10.000. No será el único proyecto del grupo en el país vecino. El primer ministro luso, José Sócrates, en presencia de sus responsables de Pesca y Economía, Jaime Silva y Manuel Pinho, invitó formalmente a Pescanova a «seguir invirtiendo» en la acuicultura nacional.
El presidente del grupo gallego, Manuel Fernández de Sousa, admitió que se estudiarán «todas las posibilidades» de Portugal «por su gran potencial» y adelantó que hay ya proyectos todavía no definidos para instalar una planta de cultivo de lenguado en el sur del país.
El ministro luso de Pesca cifró el crecimiento previsto: el Gobierno aspira a alcanzar una producción de 28.000 toneladas de rodaballo en el 2013, lo que significa multiplicar por cuatro la producción actual de 7.000 toneladas. De momento, Pescanova la va a duplicar en dos años con las 10.000 toneladas de su planta en Mira. Para impulsar el sector, el Ejecutivo portugués dispone de 435 millones de euros de la UE. «Y los gastaremos todos», apuntó el ministro, quien explicó que la acuicultura será uno de los cuatro sectores estratégicos del país en los próximos años.
José Sócrates elogió a Pescanova y definió su inversión en esta localidad del distrito de Coímbra (140 millones de euros en su primera fase de obra) como «estratégica y ejemplar», tanto por su tecnología y su innovación como por su vocación exportadora. Además, no dudó en presumir de la inversión conseguida tras sólo 16 meses.
«Hace 14 meses la empresa quería otras localizaciones ?-dijo en alusión al proyecto de Cabo Touriñán-, pero nosotros luchamos por esta inversión y en solo 16 meses hemos podido comenzar las obras; no es una mala marca». Y a renglón seguido añadió: «Sé muy bien la pena que tienen ahora los que no han conseguido este proyecto, que para nosotros será moderno, estructurante y muy competitivo; situará a Portugal en todo el mundo», dijo el primer ministro, tras comparar el desembarco de Pescanova con la llegada del gigante sueco Ikea.