Operaciones de crédito en paraísos fiscales y transacciones excluidas de contabilidad figuran en los actos investigados
03 nov 2008 . Actualizado a las 09:04 h.El ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Teixeira dos Santos, anunció ayer, al término de la reunión extraordinaria celebrada por el Consejo de Ministros, que el Ejecutivo luso nacionalizará el Banco Portugués de Negocios (BPN) -el décimo del país por volumen de activos-, una decisión motivada «por la excepcional, delicada y anómala» situación que atraviesa la entidad que, según apuntó el ministro, acumula unas deudas de 700 millones de euros.
Pero a la primera intervención de Teixeira dos Santos le siguió otra a media tarde, en la que el ministro compareció junto con el gobernador del Banco de Portugal (BdP), Vítor Constâncio, para «ampliar» la información sobre la que será la primera nacionalización de un banco en el país desde 1975. En esta segunda comparecencia, los motivos para la intervención estatal en la entidad ya no eran las pérdidas debidas a la crisis financiera, sino las presuntas actividades ilegales e ilícitas que el banco habría estado desarrollando.
«La situación de BPN no tiene necesariamente que ver con la actual situación de los mercados financieros, que ha generado dificultades añadidas a todas las entidades», explicó Teixeira dos Santos, para añadir que «tiene que ver con las pérdidas acumuladas con operaciones de legalidad y licitud dudosa, objeto de inspección por parte del Banco de Portugal y denunciadas a la Procuradoría General de la República por actos eventualmente ilícitos y criminales».
El gobernador del BdP, por su parte, precisó que aunque los problemas de la institución que será intervenida «se agravaron desde el verano, vienen de atrás». Según recogen diferentes medios lusos, el BdP comenzó el pasado año una inspección en el Banco Portugués de Negocios y en ella se detectaron deficiencias, relacionadas con «provisiones y con falta de información sobre operaciones de crédito en paraísos fiscales, que no han sido debidamente esclarecidas». Pero para Constâncio, «más sorprendente fue todavía descubrir un gran conjunto de operaciones de crédito y compra de activos que no estaban registradas en ninguna contabilidad de ninguna de las entidades del grupo». Estas «operaciones clandestinas», integradas en las cuentas del BPN, reducían su ratio de solvencia, colocándolo en serio riesgo de quiebra.
La pasada semana, el presidente de la entidad, José Oliveira e Costa, declaraba en el Diário Económico, ante la magnitud de los rumores y el miedo de los clientes, que su banco no tenía nada que esconder y que confiaba en su equipo, que cumplía con la legalidad.
Pero ayer, el BdP nombró a dos administradores de la Caixa Geral de Depósitos (CGD) para tomar las riendas del BPN, mientras que el ministro de Finanzas lanzaba un mensaje de tranquilidad a los clientes, asegurándoles que «ahora sus depósitos están plenamente seguros».