Las entidades belgas Fortis y Dexia, que han tenido que ser rescatadas de la quiebra por varios Gobiernos europeos con masivas inyecciones de capital público, deberán destinar parte de ese dinero a cubrir las garantías sobre los depósitos de varios bancos islandeses con sede en Luxemburgo.
El motivo es la obligación del Ejecutivo luxemburgués de garantizar a los ahorradores hasta 20.000 euros por depósito en las cuentas de esas entidades -Icelandic, Kaupthing Bank, Glitnir y Landsbanki-, en situación de quiebra tras el colapso de la economía islandesa. Según informaban ayer varios medios belgas, el aval de esos depósitos supera los 320 millones de euros.
Al contrario de lo que sucede en otros países, como España, Luxemburgo no cuenta con un fondo de garantía, por lo que debe reclamar al resto de las entidades que aporten una cantidad proporcional a su volumen de negocio para cubrir el agujero de los bancos islandeses.