Francia evita garantizar la presencia española en la cumbre del G-20, a la que también quieren ir Polonia y los Países Bajos
ECONOMÍA
España sigue sin obtener garantías de la presidencia francesa de la Unión Europea de que contará con una silla en la cumbre que el G-20 celebrará la próxima semana en Washington. En esa reunión, convocada por Estados Unidos a instancia de la UE, las grandes potencias y las economías emergentes que forman parte del foro pretenden refundar las bases de la economía financiera capitalista.
La ministra gala de Finanzas, Christine Lagarde, que ayer presidió en Bruselas el Consejo de Ministros de Economía de la Unión, aseguró en un receso del encuentro que la idea de Francia es llevar a la cumbre «la representación más amplia posible de los puntos de vista europeos». Pero no quiso pronunciarse sobre la insistencia de España, la octava economía del mundo, en participar directamente en el encuentro. En ese sentido, recordó que corresponde al Gobierno de Estados Unidos enviar las invitaciones, y que si Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido ya las han recibido es porque, al contrario que España, son miembros del G-20.
El máximo de propuestas
«Intentamos recoger el máximo de propuestas, sugerencias o enmiendas», aseguró Lagarde, quien ironizó con el hecho de que la cumbre no despertara demasiadas expectativas en un principio. «Ahora todo el mundo quiere ir», sostuvo la ministra.
Además de España, Polonia y los Países Bajos también han manifestado a la Presidencia su deseo de contar con representación directa en la reunión, lo que no ha sentado nada bien al Gobierno español.
«Los problemas de Polonia está muy bien que los discutan los polacos. A nosotros nos interesan los problemas de España, y por lo tanto vamos a defender la mayor presencia que podamos tener», apuntó ayer Solbes.
Polonia es la sexta economía de la Unión Europea, aunque sus cifras de creación de riqueza y de renta por habitante distan mucho de las españolas. En el caso de los Países Bajos, el Gobierno holandés justifica su deseo en que se trata de la séptima economía europea, con una de las mayores rentas per cápita de la UE, a pesar de que cuenta con tres veces menos población que Polonia y España.
El Gobierno español ha desplegado una intensa actividad diplomática para lograr un sitio en la reunión de Washington, y ha obtenido el apoyo expreso de Francia, el Reino Unido y la Comisión Europea. También el de los países latinoamericanos que forman parte del G-20 (Brasil, Argentina y México), así como tibios gestos de aliento de potencias como China y Japón. Sin embargo, sigue sin obtener garantías de que podrá participar en ella.